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Arona 4 de Septiembre de 2013
Dedicada a los que No
Confiaron en Mí
El día 30 de Agosto del año 2.013,
fue nuestra primera cosecha después
de luchar por un sueño, un proyecto,
una ilusión, un trabajo de muchas horas
y dinero sacado de donde nadie se imagina.
Salimos a las once de la mañana desde el aeropuerto del norte en Tenerife, hacia Fuerteventura, para luego trasladarnos hasta Jandía y tocar esa noche en Playa La Cebada, playa que no conocía incluso después de viajar tantas veces a dicha isla majorera.
Allá nos estaba esperando a la una y media con los nervios de siempre
el amigo Manuel, que regenta una sociedad de un chiringuito en la playa,
además de las hamacas. También era el que llevaba las hamacas famosas
de Los Cristianos, que ya podían habérselas dejado, mientras solucionan
el problema. Nos estaba esperando a la banda completa de Sin Fundamento, para compartir un Caldo Pescado con gofio amasado, buen vino blanco y algunos tanganazos compartidos de whisky antes de comenzar a comer. ¡Qué bueno estaba el gofio colegas, pero que bueno estaba! Allí estuvimos tocando después hasta casi las cuatro de la tarde y los clientes extranjeros que pensaban que éramos hippies, nos daban monedas y así juntamos hasta ciento cuarenta y dos euros, que los dejamos al servicio de camareros, porque era muy feo coger dicho dinero, ya que estábamos invitados de honor
.
Nos acompañaba Carlos Arocha, uno de los responsables del área de cultura de Jandía, que es un famoso actor de cine y si entran en youtube, podrán ver algo de la película, "La luz de Mafasca". Ahora comienza a grabar la película "Moisés", con un famoso director americano en esa naturaleza majorera, desértica y mojada con sus playas bellas.

Después de comer, cantar y bailar, nos fuimos al Hotel Jandía de cuatro estrellas, pero como estaba yo, que soy otra estrella, podemos decir que tenía cinco. Un hotel de esos, que hasta los grifos de la ducha traen luces de colores, y alucino por un tubo, y todo esto gracias al factor suerte del disco mejor del mundo. Allí desde la cama con medio pedo, comencé a enviar mensajes desde mi móvil a algunas de las personas que se burlaron de mí. Hubiera salido mal y tendría que callarme y comerme la tristeza de un proyecto fallido, pero gracias a Dios, que es alguien en el cuál creo totalmente, ha salido bien. Tal vez, tendría que haberme callado, pero ya envié los mensajes y a jeringarse toca.

Luego nos dirigimos a las seis y media de la tarde a la prueba de sonido, donde dejamos todo perfectamente para tocar en la noche. Tocaba un grupo de dicho pueblo antes que nosotros, que a pesar de que les dijeron que tocaran cuarenta minutos, se mandaron casi hora y media de concierto, donde hacían versiones de otros grupos y mal hechas. Algunos de los míos estaban echando hostias, pero jamás puedo mosquearme antes de un concierto, porque puede repercutir a la hora de la actuación y las personas que han venido a verme no tienen culpa alguna. Además cuando terminaron de actuar (que tenían aquellas caras donde podías leerles la palabra, "Jódanse"), les dije que era el concierto más lindo que había visto en mi vida, para que ellos coman buen pienso, luego existo y pienso come mi perro. Hicimos una hora y media igual de concierto, donde al final terminamos con el escenario lleno de personas, cantando la famosa canción de Fefa, que ha viajado por más de medio mundo. Quiero dar gracias a todas las personas que confiaron en este proyecto tan difícil, pero tan bonito, donde hemos recogido una gran fruta.

Un paseo a otra isla, un hotel de cinco estrellas, un caldo pescado a la orilla del mar, un buen rollo que no hay palabras para poder expresar que sentimos. Gracias con amor del grande a las almas ancestrales que tampoco podemos olvidar y siempre están en nuestro espacio protegiéndonos de todo mal. Gracias de Verdad.

Juan Santana