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Arona 2 de Septiembre de 2013
Somos la hostia,
cristianamente hablando
La primera carta de esta parte después
de las vacaciones decido que sea esta,
porque como dice el Rey de España
en sus paliques de mensajes en fin
de año, me llena de orgullo y satisfacción
hablar con los españoles y que hagan un potaje
de coles. Como se nota que no estamos en la
época cavernaria, donde el problema era la pura y dura naturaleza viva.

Una piel de cualquier animal para abrigarnos y no existían las rebajas ni hostias. Como se nota la calidad de vida de algunos que hacen aquello que les viene a la cabeza y punto. Miran un lugar y el cerebro les ordena una maniobra y esa es la que hacen. Estamos peor que las cabras locas comiendo encima de la basura. Mi opinión personal es que vivo en un barrio donde los traficantes se mueven en bicicleta, pero siendo positivo diré que por lo menos no roban. También les diré por no sé cuantas veces, que tampoco estoy de acuerdo con que pongan publicidad de prostitutas en los periódicos escritos, porque están fomentando que follar es un trabajo y es verdad que es un trabajo de los más antiguos.
Además políticamente hablando han fomentado al máximo nivel que los trapiches son la bomba y que la vida es dar un buen tranque sin importar a quién palanques. Pero la vida es bonita, preciosa, bella y cargada de experiencias. La mejor actitud ante la vida es llevarte bien o intentar llevarte bien con todas las personas del mundo, porque no queda otra forma mejor de vida. Comer bien y intentar ser feliz, siendo consciente que en esta parte del mundo podemos chulearnos con aquellas frases de “Tenemos que ser positivos y bla, bla, bla….”, pero es en esta parte, porque en otras partes del mundo donde existen los conflictos bélicos, para ser positivos, debes conseguir una buena metralleta para vengar a los familiares o amigos que se hayan despachado otros amigos del mal.

Estamos bombardeados por la noticia cada día por todos los lados y si no estamos preparados para enviarlas a la papelera de reciclaje podemos caer en el hoyo del idiota y cuando somos idiotas, seremos unos profesionales de las gilipolladas y así habremos montones, porque estoy en el círculo y no voy a esconder que tengo el coco comido infinitamente. Es sabido que en su día dije que los humanos inteligentes son aquellos que “somos” conscientes de ser ignorantes, porque siempre estarán los más y los menos. Pensar bien es un verbo muy poco llevado a la práctica. Una cosa es pensar y otra es comerte el coco. Pensar.

Ladies and gentleman, les deseo que intenten ser felices, porque no hacerlo es estar totalmente equivocados. Sería tan maravilloso que todos nos lleváramos bien. Pero los humanos somos muy extraños, arrastrando las verdades y las mentiras enganchadas. Luchar por la sociedad es gratificante, pero descubres que jamás lograrás unirla. Es un sueño de muchos y con esto y un bizcocho, me despido con la primera carta después de las vacaciones. Les quiero.

Juan Santana