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Arona 24 de Febrero de 2012
Organizarse o atenerse a las consecuencias
En la vida tenemos la obligación de organizarnos, porque
no haciéndolo tienes mayores posibilidades de ser un verdadero desastre y en este asunto, me sobran experiencias. En cualquier empresa, grupo musical, eventos, en la familia, en cualquier asunto, si organizamos el tiempo, las cosas siempre irán muchísimo mejor.
En mi caso personal confieso que he tenido una vida sobrecargada de
experiencias vividas dónde no puedo arrepentirme, aunque a veces estoy
cerca de la tentación de hacerlo. Tuve una familia como cualquiera otra,
donde amor sobraba y la educación fue la que el destino decidió.
No podré olvidar jamás la forma de mi padre para llamarme por las noches cuando iba a la plaza a buscarme, porque lo hacía silbando como cuando llamas a un perro. Muchas veces estaba con los amigos y estaba al acecho de cuando mi padre apareciera, para intentar que no me llamara con el jodido silbido y así evitar esa pequeña vergüenza y es que todavía no había perdido el sentido del ridículo. No tener sentido del ridículo evita que tengas vergüenza de bailar como quieras, sin pasar por una clase de baile y juegas libremente con los movimientos de tu cuerpo.
Esta es la razón, de ser consciente de que bailo tan mal y me lo paso bien. Muchas personas tenemos el error de caer en la desorganización y soy el primero en culparme de caer en este comportamiento. Cuando incumples algunos asuntos por motivos de enfermedad o cualquier otro motivo, podrás tener una disculpa legal para defender tu honor, pero cuando no cumples en algunos asuntos porque estás convertido en un déspota que va a su bola, ahí es cuando comienza a formarse un ejército de personas que pasarán de ti durante mucho tiempo y perder la confianza es perder más de lo inimaginable.
Es una pena tener las experiencias de la vida cuando hemos caído en la trampa de ser los buenos y los malos de la película. Cuando eres malo piensas que triunfas en la vida engañándote a ti mismo diciéndote que la verdadera forma de comportamiento es la de grosero y cuando eres bueno te llevas palos por todos los costados. ¿Cuál es el verdadero comportamiento? Todos tenemos nuestras razones en la forma de comportarnos, porque hemos nacido en un lugar, con una familia, con una educación, con una sociedad, aunque sin duda alguna la familia es la base principal de nuestra educación, pero el problema está cuando nuestra familia no tiene la educación casi perfecta o peor todavía, que no tengas familia.
El problema está cuando vivimos en medio de una sociedad corrupta que nos lleva en esa corriente de aguas turbias, donde todo será algo normal. Serán normales las mentiras y las mentiras irán creciendo y gana el que más mienta. Gana el que más haga el amor hablando de cantidad sin calidad, gana el que más dinero tenga, el que tenga el mejor coche, la mejor casa, la mejor finca, las mejores marcas y nos olvidamos de que… ¿De qué nos olvidamos?
Juan Santana
