Para que pueda ser publicado su comentario, por favor escriba un nombre de autor
Los siguientes comentarios son opiniones de los internautas, no de eldigitalsur.
No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
eldigitalsur se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere fuera de tema.
No está permitido realizar publicidad a través de los comentarios
Los comentarios enviados no se publican siempre al instante, depende de la hora pueden tardar en publicarse.
Queda terminantemente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos ofrecidos a través de esta página web, salvo autorización expresa de eldigitalsur.com. Asimismo, queda prohibida toda  reproducción a los efectos del artículo 32,1 párrafo segundo, Ley 23/2006 de la Propiedad Intelectual.
eldigitalsur.com no se hace responsables por la opinión emitida por los colaboradores.
Arona 11 de Septiembre de 2012
¿La nevera más odiada
del mundo?...
Una mañana de un día horrible para un padre,
fue por culpa de una nevera. Hoy la carta es triste,
porque quiero dejar un recuerdo de un suceso donde muchos podrán comprobar que la vida puede darte un giro de ciento ochenta grados el día menos pensado. Muchos lectores, seguro conocieron el Restaurante El Ancla, Restaurante famoso que estaba en El Fraile.
A este lugar venían muchos comensales de todas las partes del mundo, incluso en su día vino el famoso cocinero simpático Argüiñano. Hacían muchas fiestas de empresas, reuniones privadas, muchas parejas o amigos veníamos a echarnos un pescado fresco, almuerzos de campañas políticas y sobre todo a ver a Pedro. Siempre éramos bien recibidos por el amigo Pedro, con su simpatía, su ironía y su buen rollo.

Recuerdo un día que tenía unas ganas terribles de tocar la guitarra acompañado por coros aunque fueran malos y entré con la guitarra dentro del forro con la disculpa de tener miedo que la robaran de mi coche y nada más entrar, una mesa de seis personas pidió que les tocara el cumpleaños y así estuvimos dos o tres horas, dale que te pego a las cuerdas. Pero una mañana fatídica, la hija de Pedro que trabajaba en el aeropuerto, siendo miércoles fue a echarle una mano en la limpieza del Restaurante y tuvo la mala suerte de que cuando estaba limpiando una nevera industrial, algo pasó que terminó su vida electrocutada. Estaba a dos meses de celebrar su casamiento y el destino jugó esta mala pasada. Tumbó un mundo de ilusiones y esperanzas de un futuro feliz. El duelo era en el Valle de San Lorenzo y lógicamente tengo, deseo y quiero ir acompañar en este último día de su hija en el planeta de los majaretas.

Mi hija Andrea tiene un examen de flauta al siguiente día y había prometido enseñarle las canciones que tenía que tocar para dicho examen. Cuando la llamo para ver si podía ella sola ensayar, mi hija comienza a llorar porque quiere que suba a La Laguna para darle clases de flauta y decido subir desde el sur, porque sentí dolor de corazón. Decirles que tuvo matrícula de honor en música. Después de darle clases de flauta bajé nuevamente al Valle San Lorenzo y había montón de personas en el duelo. Pedro estaba sentado al lado de la caja de su difunta hija. Me senté a su lado, le apreté su rodilla con mis manos y tumbó su cabeza encima de mi hombro quedándose dormido.

Tengo una mezcla de orgullo y tristeza de ser la persona que prestó su hombro para que un padre triste, que odia una nevera de mierda, durmiera y descansara unos minutos. ¿Cómo puede quedarse un padre después de un suceso como este? Lógicamente sentirse culpable seguro, pero el único culpable es el destino que nos la juega en el momento más inesperado. Cerró el Restaurante El Ancla y quedará para siempre en el recuerdo como La Fragua y muchos más, pero hoy la carta va dirigida en especial a la hija de Pedro, que todos deseamos que esté feliz en el Cielo o en cualquier lugar del espacio, donde todos nos encontraremos.. Un abrazo.

Juan Santana