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Arona 10 de Septiembre de 2012
Las personas tóxicas - Toxic
people
Este fin de semana pasado del 7 al 9
de Septiembre, hemos compartido con
unos entendidos en la materia de psicología una conferencia muy interesante, justamente de la revista cuyo nombre indica, muy interesante. El tema de la conferencia era sobre las personas tóxicas.
Los tóxicos suelen ser los envidiosos, que son enemigos muy peligrosos,
movidos por el irrefrenable deseo de destruir a las personas que han logrado triunfar en proyectos o en cualquier negocio, o incluso a los que suelen intentar ser positivos. Los tóxicos suelen ser arrogantes que presumen de ser superiores, maltratadores psicológicos que dan caña verbal y además muchas veces públicamente.

Yo he pecado en ser un mal criado o un mal educado muchas veces, esperando ir educándome poco a poco, porque nunca es tarde, a pesar de tener mis treinta y cinco años bien cumplidos. La experiencia en la vida ayuda a detectar a las personas tóxicas para urgentemente alejarte de ellas. Dicen que las personas tóxicas suelen ser vampiros que se alimentan de las energías ajenas, parásitos sociales que dominan a sus víctimas para anularlas, destruirlas o rebajarlas.

Estar cerca de estos individuos puede ser una pesadilla, porque su forma de ser, su actitud es enfermiza y enfurecen al más equilibrado. Los tóxicos tienen tan baja autoestima que son unos deprimidos y para subir su estado de ánimo suelen absorber la alegría de los demás. Buscan personas a las que les cuesta decir que no y su principal objetivo es la destrucción del contrario, con el acoso moral y el maltrato verbal. Las personas tóxicas actúan con la misma forma psicológica que usan las sectas destructivas.

Los tóxicos buscan la ocasión para polemizar y crear conflictos. Hay que tener cuidado porque su agresividad es contagiosa. Para escapar de los tóxicos, la única forma es alejándote de ellos. Cada persona debe ser dueño de su mente, de sus emociones, de sus ilusiones y no el inquilino de los sentimientos y objetivos de un manipulador. Los tóxicos son los quejicas, siempre quejándose y diciendo que todo está mal. El miedo, la inseguridad, la inquietud y el dolor suelen ser los sentimientos de este tipo de quejicas, es decir, tóxicos forever.

La verdad de todo esto, es que no quieren perder el beneficio que les da la queja y la enfermedad psicológica que da ser un tóxico. Son arrogantes y presuntuosos y si tener confianza en uno mismo es ser positivo, el exceso de orgullo y vanidades, puede anular nuestra capacidad autocrítica. Dicen que "El orgullo es como el mal aliento, todos lo perciben, excepto el que lo padece". En resumen, que si dejas entrar en tu vida a un tóxico, puede amargarte la existencia, es decir, que la única defensa contra este tipo de personas con esta enfermedad, es tratar de mantenerlo lejos o huir de su presencia. Quiénes sienten un interés desmedido por otras personas, pueden resultar nocivos para la salud...

Hasta aquí comparto todos los apuntes que he recogido de la conferencia de estos personajes anónimos y preparados, con su revista de muy interesante, y muy interesante estuvo dicha conferencia, acompañada de baños turcos, masajes, aguas termales y el sonido de la soledad en el spa, spamorirse de gusto... Un abrazo y espero les haya sido un poco interesante la carta....nos vemos!!!

Juan Santana