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Arona 12 de Junio de 2012
Cuando los planes se rompen,
es por cualquier motivo
Muchas veces los planes organizados minuciosamente
por un motivo inesperado terminan yéndose al carajo.
Comienzas un proyecto con toda la ilusión del mundo y cuando falta poco para finalizar, aparece una sorpresa encharcando y derrumbando las ilusiones. Las palabras Ilusiones, Emociones, Sentimientos y Sueños, todas tienen un significado diferente.

Las ilusiones, son aquellos sueños estando despierto y sintiendo un tilín inexplicable. Las emociones son parecidas a las ilusiones, pero con otro temblor de las neuronas con menos nivel que los sentimientos. Los sueños son igualmente estando dormidos o despiertos. “Así pienso, así escribo y puedo estar equivocado”.
Volviendo al tema de los planes incumplidos, a todos les pasará igual cuando un plan termina mal, porque sentirán una rabia y tristeza mezclada. “Para mí”, la tristeza es más dolorosa que la misma rabia, porque la rabia puedes descargarla haciendo deporte, gritando a solas, dando patadas a cualquier cosa y si es posible a solas para no asustar. Planeas estar con alguien para vivir unas horas de gozo personal y aparece una tercera, cuarta, quinta y más personas rompiendo la ilusión y no hablamos de sexo, sino de vida privada total a tus anchas.

Cuando organizamos un proyecto empresarial, ya sea montar un bar, una ferretería, un grupo musical o cualquier otra historia, dependes de muchos factores morales, sin olvidar el económico. El primer factor es la fe, después la ilusión, luego estar totalmente convencido de que vas a triunfar y esto iría dentro de fe y esperanza. Dentro de nosotros, muy adentro, siempre estará aquel puntillo de desconfianza y lógicamente debemos estar preparados psicológicamente, como el que tiene una caja de primeros auxilios.

Los negocios son para ganar o perder, siendo un motivo importante para reflexionar tranquilamente antes de comenzar a luchar por dicho negocio. La  carta de hoy está inspirada en los planes incumplidos moralmente hablando. Esperas que llegue ese día cualquiera para vivir unas horas con alguien y aparece una historia inesperada, teniendo que tragar el presente, el pasado vivido y… ¿del futuro?, ya veremos qué pasa.

Seguiremos haciendo planes con ilusiones, soñando con nuestros proyectos futuros, viviendo con nuestros amores y desamores, con nuestra libertad de movimiento y pensamiento y todo esto con las mayores verdades posibles, porque las verdades son revoluciones. Se me chascó un plan, cicatrizaré y nacerán otros planes, que crecerán, vivirán y morirán. Se acabó mi rollo y seré sincero, hoy se me chascó un plan.

Tengo amigos, familiares, conocidos y lectores. He descargado con un par de amigos y con algunos lectores. Termino la carta, compartiendo algo que calmó mi ira, mi dolor. Estaba acostado en mi habitación y un niño asoma en la puerta diciéndome, "Hola". Le invito a pasar, pregunto su nombre y responde, "Juan Antonio". Comienza a caerme bien, porque no conozco ningún Juan, de tan corta edad. Pregunto su edad y responde que tiene once años. Le dije porque vino a mi casa hoy, en vez de mañana con otros niños y dice que su madre tiene el coche estropeado y vino porque no podía hacerlo mañana. Le dije que si su padre no podía y responde que no conoce a su padre porque abandonó a su madre, cuando estaba dentro del vientre de dicha madre. Me levanté de la cama, le puse la mano en el hombro y lo llevé a dar una vuelta. Le compré una entrada para ver a Olga Cerpa, Pancho Delgado, Totoyo Millares y a Luis Morera de Taburiente en el Infanta Leonor de Los Cristianos, que por cierto le gustó. También llevé a mi suegra con cholas de los chinos, porque la trinqué en la calle, la subí en el coche y la llevé de esa manera, inesperada. Gracias por estar ahí, sobre todo a los que están con todo el amor universal y más o menos comprendiendo el significado de esta carta y vida loca.

Juan Santana