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Arona 17 de Mayo de 2012
Indignado
Toda mi vida he sido un indignado y soy digno
de reconocerlo. ¡Mejor dicho!. Gran  parte de mi
vida he sido un indignado y no esconderé haber
tenido y tener buenos momentos. También hubo malísimos momentos y peores incluso. Utilizo en la carta el pasado y el presente, “haber tenido y tener”, “hubo malísimos y peores”.

Aprendo del pasado, viviendo el presente, porque nuestro futuro, no está tan claro. No nos llega tanta información sobre el tema de los indignados y “pienso”, que no tenemos un buen líder carismático, con poder de convocatoria, credibilidad, entusiasmo, que transmita esperanza, amor, futuro, fortaleza y todas esas cosas que exigimos los que hemos pasado a ser unos adultos quemados o estúpidos, o acomodados aunque nos vaya cómo a la mayoría de las personas, en esa lucha por el día a día.
Los medios de comunicación juegan un papel importante en este asunto a favor o en contra, ejemplo tenemos el periódico EL PAÍS del día trece de mayo del 2.012, publicando en la misma portada una foto de indignados felices y además guapas, y todos sabemos que existen amargados reales, por las circunstancia que sea. Estoy a favor de los indignados, advirtiendo, aconsejando, gritando en silencio aquello que podrá ocurrir en el futuro y esperando sea muy lejano.

Somos revolucionarios light, siendo fuertes a través de las redes sociales, en los bares arreglamos el mundo o en cualquier lugar infinito del planeta. El reloj marca las 21:59 de la noche del día 15 de mayo, día de la familia. ¿Sabía usted que hoy es día de la familia? ¡Felicidades a todas las familias que hoy día están juntas y felices! Admiro aquellos que han salido a la calle luchando por la sociedad compleja y estamos seguros que son más de mil, de dos mil, más de tres mil, de cinco mil, de cien mil personas las que viven tranquilamente, mientras algunos dedican su tiempo libre en luchas por la sociedad.

En  muchos manifestantes el problema es personal, por trabes consigo mismo y descargan, como los que van al fútbol a insultar al árbitro. Estoy indignado, soy un indignado, pero acostumbrado a serlo, porque no huelo y siento de vez en cuando, cuando no puedo más y canto, lloro o grito. ¡Lo diré siempre!.....los problemas del hambre y guerras del mundo, duelen a las personas que están en ese espacio, porque a la inmensa mayoría, les importa un rábano, pero si comen potaje de rábanos. En Canarias hay familias pasándolo verdaderamente mal y ayudamos pocos. Desgraciadamente la única enfermedad no es la pobreza, porque tenemos más tristezas, cómo las drogas, la soledad, el alcohol, el paro, las mentiras y tantas más.

Pero….pero….pero…..pero….hasta que la gran mayoría no esté indignada, no saldrá  a la calle la gran mayoría y una prueba es la manifestación famosa por el Hospital del Sur, que mejor no comentar. No creemos en las promesas de los políticos y alguno de nosotros si nos metiéramos dentro de ese escaparate político, caeríamos en esa misma vicia, de vivir al mil por mil, recalcando que hay políticos serios. Esta mañana cuando dije a una persona indignada con todo y con todos, que los políticos han sido y son el reflejo del pueblo, dicha persona negaba rotundamente este pensamiento. Cuando pregunto por qué dicha persona no iba a las manifestaciones, responde que tiene que trabajar…..¡Aaaaaaaaaaaaaaah!, tienes que trabajar.

Termino diciendo que mientras exista en el mundo un niño pasando hambre o cualquier otra injusticia, no creeré en las luchas, porque hay dos clases de luchas, las clases de lucha y las luchas con clase.  Amen 

Juan Santana