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Arona 5 de Mayo de 2012
Día de la Madre, inspirado
en las Abuelas
Mi abuela por parte de madre era una santa, si una
santa es alguien con la bondad por bandera y por más que pienso en alguna actuación diabólica por su parte, no logro encontrar absolutamente nada. Una vez asistí a una reunión obligatoria de esas que hacen en las Iglesias cuando quieres que tu hijo haga la Primera Comunión y recuerdo que una monja responsable de una charla, preguntó si teníamos algún conocido que pensáramos fuera un santo.
Levanté la mano para hablar y cuando tuve la palabra dije "mi abuela por parte
de madre", porque jamás sentí maldad en su vida, es decir, que no contaré nada
sobre mi abuela paterna. La monja sonrío y los que allí estaban no dijeron nada, pero estoy seguro que muchos pensamos igual de nuestras abuelas. Muchas personas cuando pasamos cierta edad comenzamos a pensar de diferente forma, porque cada día es un día menos en el planeta y debemos reparar nuestros errores y cometer los menos posibles
.
Esta carta está inspirada en el Día de las Madres, porque ellas fueron las que nos parieron y somos muchísimos los que no hemos cogido ejemplo del amor que nos dieron al cien por cien. Nos abrazaban, nos limpiaban el culo, nos besaban, nos mimaban, nos decían cosas bonitas, nos hacían carantoñas, nos amaban como madre y madre solo hay una.

Lo curioso con el día de las madres es que nos recuerdan que están ahí y la desgracia es que luego sigue la vida y reconozco que algunos con las obligaciones o la ignorancia las ignoramos y sin embargo ellas siempre terminan llamándonos para ver cómo estamos. Cuando mi abuela Eladia o Yaya murió un día viernes, estaba en Tenerife y mi madre por los motivos que fueran vino a decírmelo el domingo. Estaba pasando momentos de cambios en mi vida como cada cierto tiempo nos pasa a todas las personas. Mi madre cuando me lo dijo ese domingo, pregunté la razón y ella respondió porque tenía miedo de que me volviera loco.

Voy a Las Palmas y hablo con Ángel Pérez, director de Radio Maspalomas que tenía un programa llamado Hora Canaria de diez a doce la mañana de lunes a viernes. Le dije si me dejaba estar con él las dos horas de programa para hablar sobre las abuelas y especialmente de la mía que había fallecido hacía un par de días. No tuve ningún problema y cuando llego a la emisora me comunican que Ángel Pérez estaba muy resfriado (tal vez fue el destino) y que hiciera yo solo el programa, pa´ qué fue aquello.... Dos horas hablando de las abuelas contando las anécdotas acompañado de buena música acorde al asunto y recuerdo una anécdota que dije y era que siempre cuando llegaba borracho en las fiestas de madrugada, mi abuela con todo el amor del mundo se levantaba y me preparaba un café con una yema de huevo dentro. Hablaba muy poco y a casi todo decía, mi niño.

Termino la carta diciéndoles a todas las madres, Feliz Día de las Madres, y de parte de algunos hijos que somos un poco desastres, que perdonen nuestro comportamiento ignorante, refiriéndome a la ignorada que inconscientemente damos, que a pesar de no tener perdón de Dios, ellas siempre nos perdonan. Un abrazo a todos.

Juan Santana