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Arona 28 de Marzo de 2012
Te quiero mucho
Te quiero mucho es una frase dicha por millones
y millones de personas en todo el mundo. Desde
el amor platónico, al amor universal, a los amores
de creencias religiosas y a las diferentes situaciones
y lugares, te quiero mucho es un boom.

"Te quiero mucho" sale por las bocas de muchas personas y decirla es fácil o difícil según la situación, porque la frase tiene un significado bastante profundo. Te quiero mucho y te quiero de verdad y te quiero con toda mi alma mi amor. Cuando estamos enamorados esta frase sale del alma sin medida, porque sale del corazón y tendrías que ser un buen actor para que la falsedad no reluciera. Cuando queremos de verdad todo aquello que nos rodea pasaría a ser secundario, pasaría a un segundo plano y todo estaría por debajo de las circunstancias.
Te quiero mucho dicho con el corazón, también puede ser motivado por una atracción a una creencia divina del más allá muy lejos. Dios también es un nombre repetido infinitas veces a través de los siglos, incluso en plural, Dioses. Personas alucinadas con sus creencias y creyendo en alguien superior que está ahí porque sí y punto, aunque sin embargo también son muchas las personas que son incrédulas y no tienen creencia alguna. Muchas personas están convencidas de que somos aquello que vemos y detrás no hay más, que Dios es un invento de la iglesia para buscarse la vida y vivirla de aquella manera. ¡Vives como Dios!, es una frase pronunciada también por muchos, pero si leemos la vida de quién dicen que fue el hijo y hermano de todos, de nombre Jesús, observamos que las pasó canutas de todas las hostias que se llevó hasta el calvario y a lo mejor de ahí viene el dicho, ¡Te doy dos hostias que te cagas! Pero la bondad de Suso, para los amigos, es decir, Jesús para los enemigos, llevó a decir antes de morir, ¡Perdónales, no saben lo que hacen!. Aunque luego viene aquello de que al tercer día resucitó.

Volviendo al título de la carta, "Te quiero mucho", les diré que está inspirada en que es otra de las crisis morales que abundan en la sociedad. No escuchamos "Te quiero mucho", pero hablamos de un te quiero mucho de verdad, con el corazón, del alma, desde dentro, donde la mirada parece que llora, pero son lágrimas de felicidad. Te quiero mucho.

Juan Santana