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Arona 27 de Enero de 2012
Mozart
Estaba yendo a mi casa cuando mi amigo Tony
me llama para si quería ir al Auditorio a escuchar
una orquesta de música clásica, venida desde Austria
que iban a interpretar temas de Mozart. La verdad que me cogió en el momento justo, porque me apetecía montón. El auditorio estaba lleno hasta la bandera y el cero coma cinco por ciento, era de menos de cincuenta años, entre ellos, yo.
El concierto fue muy bonito, muy profesional y mientras tocaban venía a mi memoria recuerdos
de antepasados, donde viví momentos inolvidables. Recuerdo que trabajábamos con la música
de Mozart, de Vivaldi, de Beethoven o de cualquier otro músico de aquellos tiempos medievales y
gozábamos montón. Incluso los vecinos que la mayoría eran hippies de los que mayoritariamente
escuchaban a Bob Marley, sabían que estábamos por la zona, cuando escuchaban música clásica y les terminó gustando.

Mientras escuchaba sabía que en cada cerebro de los casi mil que habían en el auditorio, tenían su historia en su cerebro. Podríamos hacer un libro súper interesante si cada persona fuera capaz de escribir en aquello que pensó en el momento de escuchar la orquesta. En esas dos horas pasarían por sus cerebros muchos sucesos positivos y negativos, donde sería un libro con montón de feeling. Entre el público había incluso personas venidas desde Alemania, Inglaterra, Madrid, desde Taucho en Tenerife, desde montón de lugares diferentes para sentarse y relajarse escuchando la música de Mozart, un hombre que murió con menos de treinta y cinco años, pero dejó huella a través de sus composiciones y justamente la que escuchamos fue la última que hizo antes de morir. ¿Cuántas almas han pasado por su espacio de tiempo a través del tiempo?

Cuando escuchaba atentamente a los músicos, había partes de los violines que siendo músico, preguntaba, ¿Cómo pudo hacer Mozart esas notas tan compenetradas y tan amenas, donde parecía que a veces iba apagarse la música y sin embargo subían nuevamente hacia los cielos? Felicidades a los que han organizado este tipo de eventos, porque saben lo que están haciendo. Pido perdón a Dios y a las almas, porque una vez juré que hasta que no terminaran el hospital del sur, no entraría en el Auditorio, pero he terminado entrando y creo que será mejor que entre, porque no creo que terminen el hospital del sur antes de morirme. Un abrazo y hasta la próxima.

Juan Santana
Comentarios
En la primera parte tocó Haydn, pido disculpa a su alma, donde quiera que esté. yo mismo