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Arona 21 de Diciembre de 2011
Los sueños convertidos
en realidad
Muchas personas en el mundo se pasan la vida soñando
con pajaritos, es un dicho. Sin embargo estoy con ellos, porque dicen que no debemos soñar con pajaritos preñados, pero soñar es vivir.
Imagino que una persona en la cárcel sueña con ser libre. Una persona en una silla de ruedas sueña con caminar por las montañas. Una persona que vive en los campos de refugiados de Tinduf o en algún lugar parecido y viene de visita a esta parte de lujos materiales, sueña con volver y más cuando tiene ayudas. Soñar es vivir y creo que esto nadie puede discutirlo.

Sabemos que la gran mayoría de los sueños nunca se cumplen, pero estoy seguro que algunos terminan por cumplirse. Soñar con un mundo mejor es un bonito sueño y podemos gozar de dicho sueño. La Vida es un sueño convertido en realidad y ahora sueño con montón de cosas y todas no son positivas, porque somos realistas. Un amigo soñaba con un trabajo y tuvo la mala noticia de chascársele, porque soñó demasiado y es que la vida continuamente te da sorpresas, pero los palos de la vida son los que endurecen el cerebro y tienes la obligación de seguir adelante con paso elegante.

Estas fechas navideñas son fechas donde la gran mayoría de la parte civilizada disimula el dolor de no poder estar con los seres queridos, pero la moral que puedo regalar es que en este planeta no se queda nadie y al final todos nos encontramos en el más allá. Algún lector no creerá en esto, pero en el mundo hay de todos, los que pensamos así y los que pensamos asao. Yo creo en las almas que siguen nuestros cuerpos y te guían por donde quiera que vayas y es una locura que me creo y punto. Tengo experiencias que podrán ser casualidades o causalidades que todavía han taladrado más este pensamiento más in my body.

La moral positiva es el bastón que sostiene mi vida, porque soy uno más del mundo que he tenido ganas de irme a tomar por c.... y sin embargo sigo aquí para contarlo. Estamos en un mundo rodeado de mentiras y es normal que se nos transmita el virus, para sumarnos al clan de los embusteros sin querer, porque sufrimos esta dimensión. ¿Cuántos secretos tenemos en nuestras vidas?, ¿Cuántas historias de amores y desamores?... Montones, tenemos montones. ¿Cuántas personas están fijándose en tus movimientos porque no tienen otra cosa mejor que hacer?  Tenemos un instinto animal que huele y sabe quién está dándote caña, pero sabe que tiene un límite, porque a veces dispara y recibe un bombardeo inesperado, donde tiene claro que es mejor frenar. Somos demasiadas personas con demasiados pensamientos entremezclados y que nos tienen locos.

El otro día escribí una carta donde unos días atrás pedí a la dirección de eldigitalsur que si escribía sobre política antes del 31 de diciembre, que no la publicaran y que me dijeran que fuí yo mismo quién pedí hacerlo, pero sin embargo publicaron aquella carta del pleno extraordinario de Arona. Doy gracias al digital porque la publicaron y salieron a relucir sorpresas inesperadas en mi correo personal, pero las sorpresas fueron mutuas entre los que dispararon. A veces olvidamos que todos somos guapos aunque seamos más altos, más bajos, calvos, peludos, bien vestidos o más informales.

En  este mundo de la información gana la cantidad de datos que tengas en tu cerebro y si no mientes arrasas..... Seguiré soñando hasta que muera porque soy así y no puedo cambiar y como dice la canción, "yo soy rebelde porque el mundo macho así"..... Feliz Navidad y nos queda menos para llegar y jartarnos, mientras otros sufren la hambruna...

Juan Santana