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Arona 10 de Diciembre de 2011
Feliz Navidad Miguel
Hola querido lector y espero que estés bien. Hoy es día
9 de Diciembre del año 2.011 y cuando son exactamente
las 08:25 de la mañana, estoy hablando contigo como si
fueras un amigo de toda la vida. A las diez he quedado por aquí por el sur de Tenerife, para ir a Santa Cruz a un entierro.
Llevaré mi guitarra para cantarle la última canción a Miguel y no quiero escribir la palabra amigo, porque de un tiempo pa´cá la palabra amigo, tengo clarísimo que tiene un significado muy profundo. Muchas personas dicen la palabra amigo, como si fuera decir coche, o maceta, o cualquiera otra palabra y amigo, tiene su significado.

Mi amigo Miguel murió podrido como una papa abandonada por culpa de la bebida y dije amigo, ¡fíjate!, pero no voy a borrarlo. El cantaba mucho la canción de Fefa  cada vez que nos veíamos y si estaba bajo los efectos del whisky, cantaba todavía más. Vivió, sufrió, cantó, pescó, hizo el amor, comió y más, pero de hace unos años pa´cá, su cerebro marcó el se acabó. No le veía sentido a la vida y la bebida ganó la partida.

Tomaba whisky para desayunar, para almorzar, para merendar y para cenar y con cincuenta y nueve años terminó de vacilar en el planeta. Así como Miguel son muchos los que están en la bola de la mentira, en el planeta Tierra. Con drogas, con bebidas, con pastillas para dormir, con pastillas para estar despierto, con pastillas para calmarte y muchísimas personas dependen de algún material sólido o líquido que les ayude o que crea que ayude.

Yo también estuve enganchado una época a las ginseng, cuando trabajaba mucho. Te recomendaban una pastilla al día, un mes sí y otro no. Pero yo tomaba tres o cuatro al día un mes y otro también, pero llevo años fuera del vicio y ahora me encanta comer, un mes sí y otro también.

Quiero terminar diciéndote que tengas cuidado si quieres, porque tú harás lo que te salga de las neuronas igual que hizo Miguel. Llevaré mi guitarra como te dije al principio y le cantaré al lado de su caja mortuoria, hasta que acabe la misa, lo incineren y además espero decirle mentalmente lo mismo que a ti, ¡Feliz Navidad!

Juan Santana