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Arona 3 de Noviembre de 2011
Lancelot (2ª Parte)
Son las cinco de la tarde aproximadamente y queda
menos para el gran concierto que será más o menos
a las once de la noche. Participan más de cinco grupos
y nosotros somos los últimos, pero sin querer escucho al vocalista del grupo aquel llamado, no recuerdo y cuando recuerde el nombre lo escribiré. Sé que era muy bueno. Dicho vocalista estaba quejándose de por qué tenían que ser ellos teloneros cuando eran muy buenos sobre el escenario.
Como escuché dicha queja, entré en la conversación y les pedí que nosotros seríamos teloneros que no pasaba nada por ser teloneros y así escucharé atentamente su concierto. Le pregunté si tenían algún disco y me dijeron que solo tenían una maqueta que se las pedí. Actuamos los primeros y el concierto fue anecdótico porque  Isidro el guitarrista que acompañó al manager al restaurante de nivel, le habían asignado el puesto de director del grupo (que gracioso), cuando el director y fundador soy yo y punto. El hombre estaba un poco con ese sentimiento de responsabilidad lógicamente, pero todavía (¡CALDO MILLO, SE LLAMABA EL GRUPO!) no conocía el estar encima de los escenarios y no tenía claro que hacíamos lo que nos daba la gana, según el público existente.

Cuando cantaba algún tema y se me iba la olla Isidro acercándose a mí, me decía la letra, o incluso que tema íbamos a tocar. Como coincidían no le decía nada, pero cuando iba a tocar la canción de “la chuleta”, Isidro al oído me dijo que iba “Vendo tollos”, pero en el mismo escenario dije que no, que era la chuleta y punto. También les comento que en la canción del tango, se me iba la letra y acercándose al oído, me decía la letra, que gracioso. En el mismo escenario. Los músicos estaban quedándose con la movida y sabían que luego iba a darle la del pulpo.

Cuando terminamos de tocar, gocé del concierto de Caldo Millo y me gustó. Llevé la maqueta a Multitrack y le grabaron el disco, que también hicieron un vídeo con la canción de “No me hables de amor”, (No me hables de amor, no me abras la boca, que te entran bichos por la boca….). Tuvimos una reunión en el hotel Lancelot y le dije a Isidro que jamás y nunca volviera a decirme nada sobre el escenario, que si veía que se me iba la olla, se limitara a tocar tranquilamente y a seguir mis pasos como mejor supiera o pudiera. Isidro me dijo que no estaba acostumbrado a trabajar así, porque en América trabajaban de otra manera y le respondí que estaba en Canarias y en Canarias somos libres. Amén

Juan Santana
Comentarios
jajjjjaajjajajj que grande maestro. Antonio Vera
Asi es como tiene que ser,las cosas claras y el chocolate espeso....Por cierto Juan,ayer mi casa se convirtió en un restaurante de lujo ¿a que no adivinas que almorzamos ayer? jjajajajajajajajja.Te quiero pollo....Besos de Ruth Lucía
¿Que se come según el manager ese en un restaurante de lujo? Papas y huevo fritos,¿no?...jajajajajaj ¡¡¡¡Coño!!! tengo que comprar tollos pa que mi madre me los arregle ¡¡¡¡mmmmm que ricos!!!! me abriste el apetito ahora jajaajajajajaj
Si cuando me refiero a tí como CRACK por algo será ...jajaja...eres único en Canarias y en el mundo mundial. Celia González