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Arona 19 de Octubre de 2011
Un Lunes Más, Un Lunes Menos
Siempre hemos escuchado que los lunes serán lunes y
los lunes desde la época del colegio son un día nefasto,
odioso, chungo o cualquier adjetivo negativo, a no ser que
estés feliz con tu trabajo o que les pase como a muchos hijos (entre ellos mi hija) que van con ganas y con amor al cole, porque los profesores tienen esa psicología auténtica y obligatoria de hacer que sus alumnos vayan voluntariamente felices al colegio.
El hecho de trabajar en la calle obliga a escuchar a montón de personas a gusto y también a personas desesperadas que cada día echan su sermón a tu cerebro. El sermón  positivo es de agradecer, pero el sermón negativo puede taladrarte un virus amarguris que hace que tu rostro sufra un cambio radical y cuando caminas por la calle algunos sueltan aquello de, “Tienes mala cara”. Luego despiertas porque alguien con dicha frase despertó a las neuronas positivas y no queda otra forma de caminar hacia delante mientras quede un poquito de salud, porque de dinero mejor no hablar.

Hay lunes que te levantas y ves que siendo día 17 de Octubre los trabajadores no han cobrado el mes anterior y aunque les cuentes el mejor chiste del mundo, no van a reírse. Luego pasas a visitar a un amigo que tiene una empresa con cuatro empleados para animarte y dicho amigo te confiesa que tiene cortada las llamadas salientes del teléfono además del agua y tiene que traer garrafas del negocio de en frente para poder echar agua al váter. Sigues caminando y entras en un restaurante que llora sus penas contándote que tiene que pagar 5.600 € al año al Ayuntamiento por las mesas que tiene en la terraza, que tiene ocho empleados y tiene que despedir alguno pagando a plazos su liquidación y montón de injusticias más, además de que hace años que no coge vacaciones. Veo en la tele las imágenes en China, de como un furgón coge a una niña de seis años y pasan de parar. Los demás coches hacen lo mismo, los transeúntes igual, hasta que al final es la madre quién acude a socorrerla.

Te montas en el coche cuando ya es por la tarde y vas conduciendo para ver si encuentras algo positivo cuando son las siete de la tarde de este jodido lunes acorralado por las historias de la crisis y ves el coche de un amigo positivo aparcado en la parte fuera de un bar. Haces un stop y entras al bar dándole un beso en la calva y me siento por todo el morro a tomarme una cerveza, dos, tres y cuatro porque llegan algunos más apuntándose a esta reunión de un lunes más, un lunes menos.

Terminas cogiendo la guitarra que tiene colgada en la pared del bar y al final cantamos todos incluyendo a los turistas ingleses, que ríen, y tararean las canciones que pueden. Antes de despedirme les cuento aquel lunes en Inglaterra cuando a las ocho y media de la mañana vamos hacer el amor y ella dice que tengo que utilizar condones. Comienzo  a correr con mi chándal de plástico porque estaba lloviendo y a las nueve de la mañana cuando abren las farmacias en Londres igual que aquí, entro en una y digo, “¡Preservativ!” y los dependientes responden, “¿Preservativ?”. Entonces me puse las manos en la parte del pene haciendo la mímica de ponerme un preservativo y ellos dicen, “¡Condón!” y dije, “¡Yes!”. Pago los condones y vuelvo a la casa haciendo footing y seguramente los ingleses de la farmacia, dirían, “¡Jo, el primer cliente de un lunes entra a comprar condones, la madre que lo parió!”. Un lunes chachi piruli

Juan Santana
Comentarios
Las imágenes de China , es una cosa terrible la atropellan dos veces , pasan con indeferencia hasta que una señora la recoge,que gente tan insensible tan insolidaria lo peor de lo peor .Rosa