Para que pueda ser publicado su comentario, por favor escriba un nombre de autor
Los siguientes comentarios son opiniones de los internautas, no de eldigitalsur.
No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
eldigitalsur se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere fuera de tema.
No está permitido realizar publicidad a través de los comentarios
Los comentarios enviados no se publican siempre al instante, depende de la hora pueden tardar en publicarse.
Arona 1 de Octubre de 2011
Peco de Tonto
Cuando trabajas de camarero escuchas infinitos temas y podrías escribir un libro donde cada tres páginas serían un tema diferente. Escuchas porque estás en la barra y algunos clientes o personas hablan en voz alta tragando información.
Trabajaba todas las noches en un bar del western en Sioux City Las Palmas y una de las noches escuché sin querer a un guía turístico llamado Agustín cuando hablaba con alguien. Escuché Agustín decir que si ponías un cubo lleno de agua en la azotea durante toda la noche con luna llena y te lo zumbas encima por la mañana, te cargas de energía total. Esa noche había luna llena y cuando llegué a casa, llené el cubo de agua y lo puse toda la madrugada en la azotea. Cuando falta muy poco para salir el Sol, voy a la azotea y me zumbo el cubo de agua súper fría por encima gritando como los lobos en el bosque. Mi madre asustada se levantó corriendo a ver qué pasaba y le conté todo el rollo de la carga de energía. Hay que tenerlos bien puestos para echarse un cubo de agua encima a las siete de la mañana sin anestesia ni nada.

En esa época iba al trabajo en bici y había diecisiete kilómetros desde la casa hasta el trabajo. Estaba fuerte como una piedra con patas. Pasaron algunos meses y una noche que estaba Agustín el guía en la barra, aproveché para contarle que había escuchado su conversación del tema del cubo de agua en la azotea durante toda la noche, para tirártelo encima por la mañana y cargarte de energía. Agustín era homosexual declarado y cuando escuchó mi historia comienza a descojonarse con ganas de la buena. Pregunté Agustín por qué reía de aquella forma y cuando respondió porqué reía, sentí ser tonto, enterado, un bobilin de los grandes y un….yo que sé. ¿Saben por qué reía?. Resulta que la historia de la energía no era con el cubo de agua, era poniendo un vaso de agua durante toda la noche y por la mañana tomártelo tranquilamente. ¿Qué les parece? Tuvimos fiesta para un par de semanas.

Termino con el loro que tienen mis padres en su casa, porque parece una grabadora digital. Tengo que decirle a mi padre que cuando está solo en casa, no puede olvidar al loro, porque imita todos los sonidos. Mi padre cuando está solo, se echa pedos y eructos con libertad y tranquilidad, pero olvida al loro grabando y cuando tienen visita, escuchan los sonidos a través del loro. También canta el higo pico, imita a Chiquito la calzada, contesta cuando tocan el timbre, manda a callar al perro cuando ladra con un sssss y también ladra. Desde que hay un poco de luz comienza con sus paliques y a veces agobia. Una noche lo meto en el cuarto de las papas que es totalmente oscuro y al día siguiente por la mañana cuando eran las diez recordé que el loro estaba encerrado. Abro la puerta del cuarto de las papas y dice el  loro, ¡Que guapada!. Es uno más de la familia y se llama Cirilo. Espero que les haya hecho reír la carta de hoy, porque no podemos estar siempre quejándonos.

Juan Santana