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Arona 30 de Septiembre de 2011
28 de septiembre, mi hijo cumple
28 años
El 28de Septiembre del año 2.011 cumplió mi hijo de Las
Palmas 28 años y su madre también. Mi hijo lee las cartas porque es una forma de conocernos y seguramente peco en historias que cuento. Soy  muchas veces un bocazas, un confianzudo y cualquier adjetivo que quieran ponerme, la libertad de expresión tiene estas oportunidades.
Nació un viernes del año 1.983 en el Hospital Materno Infantil. Cuando miro la cuna y veo aquella bestia de cuatro kilos doscientos gramos, caí desmayado y desperté con un par de médicos y con unas mangueras clavadas en mis venas. Desmayé de emoción, de ilusión, del susto o de vaya usted a saber. Me casé con su madre cuando mi hijo llevaba cuatro meses en el vientre de su madre. Corrí a casa de sus abuelos a contar la buena nueva pero las ex cuñadas me mandaron a callar porque había dicho a al abuelo materno que había nacido con siete meses. Culturas de la época.

Las mentiras son espinas clavadas en el corazón. Antes de mentir mejor callar y cuando mientes y te trincan lo mejor pedir perdón con la verdad auténtica. Me casé por amor y con amor, con ilusiones de futuro, aunque salió mal como a millones de parejas. Mi hijo es un hijo nacido con amor del bueno y entré en la iglesia y quiero a mi hijo, más que a mí. Ahora está viviendo en una finca herencia de su abuelo, con su casa, sus árboles, su agua, su comida, su trabajo, su teléfono, sus amigos y su forma de vida, la suya. Yo le instalé la luz y los riegos a presión para que no sufra con la azada.

Su  abuelo materno estuvo en la guerra siete años y recuerdo que un día mirándome a los ojos dijo “Algunos piensan que soy bobo”. De  mi boca no salió jamás que el niño había nacido antes de tiempo y también sabía que si preguntaba no iba a mentir. Cuando nació fue la única vez en mi vida que perdí el control, porque agarré una borrachera del copón en Agüimes, un pueblo de Las Palmas. Cuando iba a irme a casa de madrugada, no lograba meter la llave del coche en la cerradura. Un chico estaba haciendo auto stop y acercándose  dijo, “¿Vas a robar el coche?”. Respondí que el coche era mío, pero no me lo creía, me mosqueé y se marchó. Caí en la acera, no recuerdo más.

Al siguiente día desperté y no sabía dónde estaba. Me levanto a mirar por la ventana y descubro que estoy en Santa Lucia de Tirajana. Comienzo a caminar por la casa y veo a Manolo un profesor de Sardina del Sur durmiendo. Lo desperté y me dijo que estaba tirado en una acera y me trajo a su casa. Agradecí su decisión. Me bañé, me vestí y me fui al Hospital acompañar a mi hijo y a su madre. Han pasado veintiocho años desde este día y ha llovido muchísimo. Confieso que la madre de mi hijo, mi primera mujer, fue mi gran amor, mi primer amor, igual que mi hijo Yeser, mi gran amor, mi primer amor, mi primera semilla. Es guapo, inteligente, con mucha historia para la edad que tiene y ahora está viviendo en medio de la naturaleza, con el más alto nivel.

Feliz Cumpleaños mi amor y que cumplas muchísimos más. Cada vida tiene su historia y esta es parte de la mía. Pones las manos sobre el teclado después de pensar detenidamente si disparas las palabras. Escribes, corriges, seleccionas todo, das a copiar, después pegar, buscas la dirección de eldigitalsur, escribes el título y finalmente, das a enviar. Ya no hay marcha atrás. Espero que por lo menos les haya entretenido.

Juan Santana