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Arona 2 de Junio de 2011
Robar es un pecado
La palabra robar es horrible y es un verbo más
que una palabra. Tenía diecisiete años cuando
ocurrió esta historia. Un tío mío compró una barca
de fibra con un motor de 15 caballos y una mañana
salimos a pescar. Íbamos un primo, mi tío y yo.
Llevábamos cañas de pescar, pero mi tío era un poco pillo y levantaba las nasas que los pescadores tenían en los fondos del sur de Gran Canaria para ganarse la vida. Levantamos algunas nasas y escuchaba el ruido de chalanas acercándose, pero no había ninguna. Era el miedo a que nos trincaran los pescadores y se nos tiraran encima en alta mar para darnos las hostias que nos merecíamos, porque es muy triste que los pescadores madruguen y que luego vengan unos listillos como nosotros a sacar los pescados.

Las nasas estaban prácticamente vacías este día. Nos fuimos a pescar cerca de la costa a unos quince o veinte metros de profundidad. No picaban nada y de vez en cuando mi primo decía, “¡Joder!, ¿Viste eso?”. Yo decía, ¿El qué? Mi primo decía que veía la cola de un pescado grandísimo, pero pasábamos del tema, porque exageraba. Seguíamos pescando y seguían sin picar. Pero una de las veces que miraba por los alrededores vi la tonina, una ballena que era más grande que la barca y ahí fue cuando creí a mi primo. Asustado le dije a mi tío que arrancara el motor y salir por pata, porque como aquella ballena le dé por darle unos toques a la lancha, la llevamos clara. Mi tío arrancó el motor y navegamos a toda leche hacia la playa Pozo Izquierdo.

El mar estaba en calma, pero había mar de fondo y de vez en cuando se levantaban olas de más de dos metros. Estábamos llegando a la orilla y faltaban más o menos cincuenta metros, cuando comienza a formarse una gran ola. Hice unos malos cálculos pensando que tirándome por la parte delantera, la barca pasaría por encima de mí y no me viraría junto con la barca. Me tiré yo solo, porque mi tío y mi primo siguieron encima la barca. Fui el único ignorante que decidió tirarse al agua y la barca nunca se viró. Cuando saqué la cabeza del agua, el agua me llegaba hasta las rodillas y estaba en pelota. Eché un vistazo a mi cuerpo y tenía el muslo de la pierna izquierda lleno de grietas como las agallas de un pescado y se veían hasta los huesos todavía sin sangrar, porque la hélice del motor hizo los cortes muy rápidos. La hélice arrancó el pantalón corto vaquero que tenía puesto y el mismo pantalón atrancó y paró la hélice. Dios en ese momento estaba conmigo, porque cualquier parte del cuerpo, menos donde cortó hubiera sido horrible.

Podía haberme cortado el nabo, el estómago, los pies, la cabeza, la espalda, pero justamente cortó donde todavía puedo contarlo. Mirando los cortes pedía ayuda y un señor que entró no se acercaba diciéndome que me tapara porque todavía no había visto todo el daño. Acercándose otro chico que vio todo, fue cuando desmayé. Desperté cuando escuché a mi madre gritando, ¡Hijo mío, hijo mío! Unas chicas fueron a decirle a mi madre que me había ahogado y ella cuando salió de casa viendo como me llevaban entre cuatro, comenzó a gritar como una loca.

Veintidós puntos por fuera y once por dentro. Algunos iban a casa a visitarme por el morbo de que pensaban que me había cortado el nabo. Dios quiso perdonarme la vida y confieso que esto fue un castigo suave por haber robado el pescado de los pobres trabajadores. Ahora tengo amigos que me regalan cada día todo el pescado que quiero y más. Amén.

Juan Santana
Comentarios
dios apreta pero no ahoga...Javier Lozano
Por los pelos te conocemos. Isabel Sanchez
Ayyy Juanillo! Tuviste Suerte. Fué un aviso. Pero ves? aprendiste la lección y nosotros tambien. Por cierto, me queda una duda... ¿Los huesos sangran? Pepe Sanz Beltrán
FEFO K YA ESTAS MAYOR PA ESTAS COSAS. LOLY
"Ayyy Juanillo! Tuviste Suerte. Fué un aviso. Pero ves? aprendiste la lección y nosotros tambien. Por cierto, me queda una duda... ¿Los huesos sangran? Pepe Sanz Beltrán"RESPUESTA PARA EL AMIGO PEPE Y GRACIAS POR OPINAR A TODOS:El corte fué rápido como cuando muele una batidora y hubo un espacio de tiempo muy corto, donde podía ver los huesos blancos del pie izquierdo...ahí caí desmayado