Para que pueda ser publicado su comentario, por favor escriba un nombre de autor
Los siguientes comentarios son opiniones de los internautas, no de eldigitalsur.
No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
eldigitalsur se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere fuera de tema.
No está permitido realizar publicidad a través de los comentarios
Los comentarios enviados no se publican siempre al instante, depende de la hora pueden tardar en publicarse.
Arona 31 de Mayo de 2011
Muerte por Navidad...
Es navidad del año 1.987, es día 24 de diciembre
y amanece el día soleado. Vivo en un pueblo y todos
nos conocemos. Las noticias vuelan más rápido que
por la red social. Nada más salir a la calle me cuentan que habían matado anoche a un señor jubilado que trabajaba en la Guardia Civil y todo esto para robarle treinta mil pesetas.
Cualquier día es malo para morir de cualquier forma, pero siendo en navidad puede dar un punto más de tristeza y negatividad, porque es una fecha señalada porque los corazones aflojan. Enseguida dieron con el chico que mató al pobre hombre. No quiero decir en qué pueblo, ni dar nombres para respetar todas las partes y si los curiosos quieren saber más, que investiguen. Esta época estaba marcada sobre todo por el consumo de anfetaminas entre los jóvenes.

Arrestaron al chico que mató al pobre hombre y directamente fue a la cárcel. No habían pasado ni ocho meses y estaba en libertad. Jamás nunca me he preocupado por averiguar por qué sale tan rápido, porque además puedo encontrarme con sorpresas negativas o termino igual que el pobre hombre muerto en navidad. Cada tarde salía a la plaza a fumar un cigarro después de cenar y hablar con los amigos un ratito, pero una tarde cuando llego a la plaza encuentro al pobre desgraciado que mató al señor jubilado que trabajaba de Guardia Civil. Mientras camino nos miramos fijamente a los ojos. Él estaba sentado en uno de los paterres que rodean cada árbol de la plaza. Los paterres son unos muros pequeños con una altura de cuarenta centímetros aproximadamente.

Con él estaban dos amigos a su lado izquierdo y derecho. Mientras camino él mira para mí y dice, ¿Qué pasa? Fue un qué pasa muy agresivo, porque el muchacho era muy agresivo. Siempre nos habíamos saludado con respeto, pero esta vez nos miramos y preguntó un qué pasa con mala hostia. Mil cosas pasan por tu cabeza y decido acercarme frente a él diciéndole, “Yo no soy el señor mayor que te cargaste, conmigo tendrás que currártelo un poco más”. Agachó la cabeza y no dijo nada más.

Seguí mi camino, pero no tan lejos, porque a menos de diez metros estaban sentados el grupo de amigos con los que cada tarde teníamos nuestras tertulias. En el pueblo muchos nos preguntábamos que hacía este tío fuera del talego en menos de ocho meses. Los hijos del señor que mataron lo estarán viendo tan tranquilo paseando por el pueblo. ¿Por qué no se fue del pueblo ya que estaba libre tan rápido? ¿Qué alegó su abogado para estar libre tan rápido?, ¿Qué consumía estupefacientes? Pasaron un par de semanas y apareció muerto de una paliza en un solar con el cuerpo lleno de moscas. Todos podíamos imaginar quién pudo ser o quién mandó hacerlo, pero nadie quiere llegar al fondo, porque a veces este tipo de muertes son la libertad para muchos o incluso la alegría para unos cuantos. Todos estamos seguros que fue una venganza…

Juan Santana
Comentarios
Aunque no viene al caso de la carta, quiero comunicarles que mañana saldrá un escrito donde hablo de Juan Gorrín como que ganó y parece que no entra...nos tienen locos los pactos...muchachoooooooooooo!!!!!!!