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Guía de Isora 12 de Marzo de 2012
La plaga de cigarrones
Era la invasión, otras más, del África cercana
hasta que se deja ver. Y hace muchos años
asomaba en forma de plaga bíblica acompañando
a la calima tan sahariana. Hoy nos acobardamos
por la nube de polvo (…) que llega, de forma natural como la geografía o el parte meteorológico, repetido hasta la saciedad, por técnicas casi anoréxicas que se repiten durante toda noche y, total, para decir que las isobaras están ahí y que no va a llover, de momento, problema de Las Azores y su anticiclón.

Ellas, las del mapa dicen hola, ¿qué tal?, y se van, dejando al espectador descorazonado, por la falta de lluvia.
Pues la plaga de cigarrones llegaba cada vez que la nube polvorienta se posaba y lo verde desaparecía, hasta el punto que recuerdo que una bouganvilla que estaba en el patio desapareció de la noche a la mañana, en aquel tiempo en que era un lujo poseer un bidón y una llave que agua manaba, allá afuera en el patio angosto. Pues la plaga acabó con la trinitaria así como con el sitio de chachochos que parecían invencibles. Allá atrás – debe repetirse -  en el traspatio de las carreteritas, de las gatas paridas y de los rosales sin podar.

Ahora estamos en otro tiempo que adredemente intenta regresar a la miseria, auspiciado por la opinión mundial que vende y se compra, o se acepta, con “esto es lo que hay” y punto. Mucho calvo, mucho arete y poco cuajo, presiento.

Una era ignominiosa dónde la gente que es más el noventa por ciento, un interés desmesurado, acepta lo que le echen y se han rendido sin lucha. Veo a jovenzuelos bien vestidos por fuera, mucha alopecia (preocupante síntoma) a los que sólo les pone o mola, el mundo del fútbol, por lo que ayudan a que la prensa deportiva siga vendiendo lo que venden y contaminan. Como el Hola en versión feminista que desprecian a las feministas, ojo.

Pues la plaga era un castigo de dios, tan bueno (Dios),  que intentaban paliar nuestras mujeres antepasadas, con neumáticos escasos, mucho humo y cantidad de cacharros, mientras las campanas de la iglesia callaban, como ahora, porque no era canónicamente legal. Y el cura rezando a cubierto de la invasión morisca. Ni había fuego en el monte. Oído. Y uno cree que la langosta, el cigarrón, era una especia voladora con diseño perfecto y con un apetito exagerado. Que procedía del Sahara tan cercano y que venía a recordar que estas islas están donde están, a ver si me comprende. Hoy, hay maquinarias que sulfatan las bolas invasoras y algo se ha mejorado. No así con las pateras, que era, era, era, el ¡primer problema de Canarias! hace un lustro más o menos. De hecho, poco nos importaba que los pobres moritos se ahogaran (…) al borde de la costa turística.

Hay que ver. Hoy, Mourinhno es una estrella mediática, rica y muy in-te-li-gen-te, gente. Y es que el Real Madrid es un equipo señor (lo anterior es un paréntesis anacrónico, lo reconozco, pero muy actual y no es contradictorio). Y volviendo a la plaga, hay que decir que nada verde quedaba de la noche a la mañana, porque el cigarrón comía mucho. Y, hay que decirlo por lo de la ecología, que entre tanto bicho alguno se cazaba y el maestro falangista los ejecutaba con un alfiler, lo pegaba de cara a la pared y ponderaba su origen bereber, lo que demuestra, decía el maestrucho, que el moro es moro. Y traicionero, ojo. Los cigarrones aguantaron varias generaciones de fracasos escolares, lo que indica que no es traumatismo nuevo.

Es saludable ejercicio imaginar lo que sería de nosotros hoy con la calima que nos avasalla. Y decimos hoy, con tanta mimosería, tanta güevonada, tanto malandro, tanto gandul antes y después de la crisis, tanto arete sin fundamento (tenían que ponérselo los inversores que siempre fueron  y son piratas y fanáticos de ese comercio de mucho garfio y bandera negra con dos tibias en cruz), tanto despido, adios usted, para la diversificación de la economía y la multiculturalidad entre los continentes y un largo etcétera..

Y era el tiempo en que los que se fueron no testificaron que la plaga llegó a esta tierra muy, pero que muy volcánica hasta que llegó Manrique - nunca se aclaró su muerte y Lanzarote está podrido de corruptos  a partir del choque -  y dijo que la penca es bella y el penco más. Y que el camello es petudo, pero que gasta poco agua. Y que el Sorondongo, dongo, etc. es una preciosidad. Y que Dimas es el buen ladrón y del otro nadie se acuerda, como los distintos Judas. Todo se repite, menos la plaga de cigarrones africanos. O, tal vez no. Como, ya se dijo, que Puerto de Cabras es hoy Puerto del Rosario que queda como más moderado y más letanílico (…) o que  La Tiñosa- Puerto del Carmen – tuvo su pedigrí.

Imagino que si llegara hoy una plaga de cigarrones acompañando a la calima, a la sequía y al frío que nos abacoró, no sé lo que hubiera sido de este pueblo, por decir algo. Seguramente hubieran suspendido la gala del Carnaval de no sé que enclave turístico e histórico. Creo. Aunque estemos en Cuaresma. Y don Bernardo, compinchado con el teniente Abreu, el socialista, no dicen nada. Todo cuadra. Cuadrado como la potencia alemana, tan elegante y alegre como la angelical cancillera, bitte. como monsieur Sarkozy al que le delata el pié fuera de escuadra, muy alejado del glamour tan francés. O no. Lo que de verdad interesa es la privatización de los camposantos (cementerios) y el resto es estalinismo o similar.

Tan anticuado como la plaga de langosta. Que puede regresar con otro diseño.

Cheche Dorta