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Guía de Isora 10 de Dic. de 2012
Un hombre serio
Me encuentro como cada día a mi vecina que pas
a con su botellita de agua y su boina casi americana,
que se detiene y pregunta después de darme las buenas
horas: ¿usted ha visto que tienen detenido a un hombre
respetoso que mandaba mucho según me dijo mi yerno
que oyó que alguien dijo que le dijeron en esos bares que….? Y se calla, mientras uno sólo puede balbucear que ese personaje y persona humana además, era el jefe de los grandes empresarios españoles.
Pues, prosigue la señora, creo – y mi alma la quiero pa dios – que está preso. Si, eso dicen, le digo. A mi también me lo dijeron. Algo se oye en esas esquinas. “Me da pena de su esposa que tendrá carrera y estudios, la pobre – bebe agua – que dicen que su marido tenía tanto dinero que no llevaba las cuentas”, hace una pausa y sigue “¿usted cree que esa familia tendrá dinero para que lo saquen…? sí, seguro, respondo, sus amistades le ayudarán; familia que roba unida permanece unida, “¡no diga eso, cristiano, que se condena!”

Y me deja con mis cavilaciones que siempre llegan al mismo sitio (…) y que intentan deducir que Spaña o Empaña (…) fue país de piratas, de inquisidores, de curas e iglesias, del oscurantismo, del burgo y del maestre, etc. Y, encima, inventora del chupa-chup – el chupete -  y de la fregona, ¿qué más se puede pedir…?  Y de la picaresca. Continúa la saga. Y me viene a la memoria que uno de los socios y presunto hombre serio se llama Ángel de Cabo que no es lo mismo que Cabo de Ángel y ya puestos en lo cursi Cabello de Ángel que no es una licencia literaria. Así lo llamaban sus allegados y sus víctimas: “el eliminador”,  lo que da pié a formar un verso que rezan en Santa Cruz de Santiago, no es casualidad, que llaman  El Ángel Exterminador, que le dicen algunos, pocos, chicharreros de pura cepa al monumento a franco erigido por suscripción popular (…) y que aún se mantiene alado, al lado de la avenida de Anaga dónde pocas señoras se paran a hablar de lo que se ha citado, como uno con su tertuliana, porque a veces los perros de raza llevan a sus dueños y no al revés.

El mundo es un pañuelo. Aunque muchas veces – es su misión – se llene de mocos y en el caso que nos ocupa  no debe sorprender y sorprende, lo que indica que este país tiene menos crisis de la que merece. Y es que hay que trabajar más y ganar menos, dicen que dijo el susodicho después de echar a sus trabajadores, miles, a la calle este empresario ejemplar ¿presunto?, vale. Pero no lo creo y el juez menos. Aunque, seguro, que entre sus amigos y confidentes recaudarán los 30 millones de euros que tendrá que pagar para salir de la cárcel, tal vez producto de su latrocinio; es decir: que el ladrón compra su libertad con el dinero que ha robado. Toda sutileza es nada comparado con una multa de tráfico, dónde no hay protesta ni razón que valga. Algún socio serio (…) debería reeditar El Caso, que fue publicación muy leída en los tenebrosos años que han regresado y que puede cubrir un montón de páginas con pequeños robos y como reportaje estrella, ya era hora, la detención de algún que otro delincuente de cuello y corbata. Una idea, ojo, para diversificar la economía, frase que ya suena como lejana y vacua.

Y la señora que dialoga conmigo habrá llegado a su casa dónde verá la tele que le hará ver lo que quieren que se vea, la saga de los impresentables que se llaman empresarios o imaginativos. Los que como otros antecesores que no supieron atisbar la crisis ni las presuntas (…) golferías de su presidente; una persona seria, que es sólo la puntita nada más de la enorme montaña de rapiña, consentida y con aplausos, por todos. Todos.

Todos, aunque sin la colaboración indispensable y altruista (…) del adulón que siempre hemos dicho y mantenido que es el primer problema de Canarias toda – y acaba de salirme la vena pueblerina y a mucha honra, como diría la señora – no hubieran sobrevivido; estos golfos que son los ídolos y los señores de los vasallos; una fotocopia ilusa de lo que puso haber sido y no fue. El Ángel Exterminador o similar, verbigracia. Y no es producto de la famosa crisis. No, existía, existe y se ve, corriquiando por esas calles y hablando por su móvil como si fuera normal o de toda la vida. Un cebo más para amansar lo que ya está domado desde que se parceló la Tierra, las tierras. Ah, y el agua dulce.

Lo dicho: detienen al ex capo de los grandes empresarios ibéricos, pata negra, y le molestarán hasta que pague la fianza. Después, lo soltarán y la gente ponderará esa circunstancia que hizo la tribu y que demuestra que no hay mejor cuña que la del mismo palo. Uno de los nuestros, pero sin clase. Se pasó, colega. El resto, centrado y con mesura, podrá seguir robando (bueno, hurtando) si guarda las formas. Y es que el presunto Díaz Ferrán era y es calvo, a pesar de su habilidad. Nada que ver con el Duque de Palma. Todavía hay clases.

Cheche Dorta