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Guía de Isora 1 de Junio de 2012
Los municipios que se autodenominaron turísticos y los europeos
Una de las primeras decepciones que sufrí al llegar a Playa
de Las Américas (original nombre propuesto por foráneos muy
simpáticos) fue el comprobar cada día que los que procedían de
la culta y vieja Europa, ninguno nos enseñaba nada (salvo las señoritas frioleras). Ni a vestir, ni a beber, ni a comer, ni a bailar, ni a trabajar ( ¡ ), ni a hablar, ni a leer, ni a ser honrados, ni a valorar la belleza, ni a caminar, etc. Nada.
Ya sé que lo que vino se correspondía con el turismo de aluvión, nunca mejor
dicho, y que tal vez era y es la masa que en todo el planeta sustenta a la
golfería universal. Hay de todo en todas partes.  E, insisto, fue un chasco, porque uno creía en su aún tierna ingenuidad que los “civilizados” habrían de enseñarnos algo. No fue así. Continúa la chancleta que es una murga adornada con un calcetín con las canillas al aire.

Y trabajé treinta años en un banco que me paga. Y en los meses de verano llegaban rubias alemanas o gangosas francesas que ¡no sabían trabajar! Imagino que sus directivos farrucos y hoy prepotentes ejecutores de empresas de la tierra de los bárbaros, tendrían otro nivel, pero lo que uno pudo comprobar era  que esas sílfides venían a broncearse y poco más; poco les importaba la clientela y sí el clima y el sol. Entonces es obligado preguntarse el porqué unos están bien y otros quebrados. No albergo esperanza alguna, perdón, puesto que nadie ha dicho alto y claro el origen y las causas de esta rendición del mundo. Ahora va Sor Aya a Washington a rendir pleitesía a la Reserva Federal que tal vez fue la génesis de este fracaso de una forma de concebir la vida y el mundo que puede llamarse derecha, ¿por qué no…? Y que me disculpen las NNGG que son la cadena (…) de transmisión de sus dueños o progenitores. Creo. Y tienen el poder incontestable de que el pueblo les votó masiva y alegremente. Hoy: todos son iguales, dice el que es igualito a su padre biológico, valga la redundancia. A mi, y mi alma la quiero pa dios, se me parece el cardenal Rouco con la estampa que conservo del Santo Hermano Pedro, antes del lifting que le hizo otro santo, etimológicamente, que fue cuando los alcaldes por aclamación se santiguaron, por si las moscas. Pecadores de la pradera de los campos de gol (sin ese), que tantos puestos de trabajo iban a dar.

Pues volviendo al principio, resulta que en Las Américas o en Los Cristianos, en Los Gigantes o en Playa del Inglés o en La Oliva, en Puerto de la Cruz o en Los Cascajos, o en Puerto del Carmen, en Abama o en Jandía…todo era lo mismo : un imán de gamberros sin cultivar y sin escrúpulos a los que le abrimos las puertas más generosas del Atlántico sonoro, hasta que dejó de sonar aunque casi todo el que tuviese ojos decía que esto no puede seguir así, sobre todo a la vista de las innumerables grúas y a las montañas por donde trepaban inverosímiles apartamentos. Véase el callejero de esos pueblos dónde los concejales votaron al invasor que descubrió un filón de dinero y obviamos lo de la Casa Real: la adulonería canaria y que lo escribo sin ningún respeto. El adulón no lo merece y para mi es el primer problema de estas islas. ¿Se acuerdan cuándo los cayucos o ETA nos preocupaban y eran los principales problemas que votaba la población, excesiva...? Excesiva, todo hay que decirlo y fue, como quién dice, anteayer. Y no nos afectaba demasiado el ver morir a los “negritos” o “moros” – y aquí la patrona es la más morena – en la costa, mientras en el chiringuito del godo se servían los mejores cócteles en la excelencia de los caraduras que ostentaron cargos – y reitero porque el pedigrí es la casta -  y por citar un ejemplo de estiramiento de piel, de ahí lo del rostro de piedra o similar. Y los alcaldes que sabían las cuatro reglas (…) pedían más infraestructuras soslayando el hospital, así, con un talante campechano y moderado. Cerca de la gente, compartiendo el que suerte vivir aquí, el bocadillo o la paella. En los años en que todo estaba permitido y todo lo permitíamos mirando para otro lado. Por ejemplo el sobrecoste del Auditorio, la Avda. Manuel Hermoso, el Recinto Ferial, el tranvía, la enésima carretera innecesaria o el puente que se quita para poner otro a cincuenta metros de distancia, por ejemplo. O Tindaya o Las Teresitas que pronto prescribirán. ¿La golfería?, en efecto.

Y los extranjeros con sus bares ubicados en los ufanos municipios turísticos lo que indica abandonar otras actividades y montan mercadillos agropecuarios, mientras en sus industrias no dejaban entrar a los isleños (cierto) y en sus pubs emitiendo vídeos de Benny Hill sin entender ni papa de español; y los cargadores de estiércol (pioneros del ecologismo) besando a las nórdicas con el diccionario en una mano y la otra en no sé sabe dónde; y los pioneros que fuéronse al frío y aprendieron idiomas brindando menús nórdicos y tirando de soltura porque también sabían las cuatro reglas; y las licorerías robando descaradamente a los turistas que gozaban de la libertad alcohólica; y los hooligans tirando las neveras a la piscina y que ahora parece que ya no están; ni la banda de los argelinos ni la Montaña de Guaza, que risa, a la que masacraron tanto como al Teide. O la casi infinita relación de inmobiliarias, muchas de tramposos europeos que no gastaban ni un café y que compraron a los aborígenes que se desprendieron de parte de la tierra con alegría y compraron un conuco en la costa para que las nueras los mandaran a dormir a la terraza que está bien fresca por la noche, suegro querido. Aquí le dejo, por si te desvelas, un transistor ya obsoleto para que oigas hablar por hablar, ¿vale? si. Tranqui, que estamos en familia, colega, así en plan confianzudo.

Hoy manda frau Angela Merkel y no se le discute nada. Ni tan siquiera su silueta renacentista o su beatífica sonrisa. Abramos un pequeño paréntesis para hacer una inocente pregunta, ya que hablamos de los europeos, peos y la relación con los isleños: cuando conozca a un alemán que valga o que se ría, me lo presenta. Espero. Los que veo deambular por ahí no se corresponden con la imagen que la propaganda mundial nos vende. Extrapolable a otros países y mares. Máquinas buenas, aspirinas, cerveza, salchichas de a metro, etc. y la constatación apócrifa de que la Europa profunda dio al mundo multitud de figuras en todas las ramas del arte y del saber. Hoy asistimos a otra ópera de la que la jefa nada tiene que ver con una valkiria. Creo. En el momento en que una musaraña se acerca y se chiva diciendo que tiene datos y contactos que demuestran que más de doscientos mil millones de euros han salido de las Españas todas en busca de los aún existentes paraísos fiscales – países e islas golfos – que lavan dinero sin preguntar su procedencia. Salen y entran como si nada. O sea que hay dinero y gente que lo tiene. Patriotas.

Lo dicho: me decepcionó Europa hace muchos años. Hoy, esa sensación se ha acrecentado. A ver si alguien me lo explica. Buscaré en las redes (…) la multitud de economistas y empresariales, asesores y consejeros que deben saber del asunto más que yo. Deben conocer el paño porque para ello estudiaron cuándo estas carreras estaban de moda aunque visto lo visto poco ayudaron a prevenir la hecatombe. Tienen hasta master y algunos fueron a Alemania y conozco a alguno que vivió in situ la caída del muro de Berlín que trajo más mafia, más pobres y más crisis, ante la mirada gloriosa de dos – no sé cómo llamarlos – líderes europeos, Wojtyla y Gorbachov, traidores de la humanidad, aunque puedan ser elevados a los altares y considerados ¡santos completos!

Habrá que retomar el asunto y esperar a que la prima baje y la bolsa suba. O que gane un mormón americano (…) porque ya está bien de que un negro sea el presidente. Le dimos una oportunidad y lo hizo igual que un blanco. Y ahora, en este momento dado, me pongo un DVD con algo de Mozart o de Haendel (el de la sintonía del fútbol), música religiosa, naturalmente, para seguir pensando que somos europeos. A pesar de todo.  A pesar de la golfería que sigue viniendo y cuyos representantes son los que son: el gufiado Cameron, la citada doña Angela la curandera, el hierático italiano, el peso mosca griego Evangelos, el pasito tu-tum portugués (Passos), el corrupto ucranio enfrentado con la trenza rubia, Putin y el otro que es igual o peor, Hollande que grandeur lo que se dice no lo aparenta, las monarquías nórdicas que siguen ahí sin dar golpe porque el bacalao está pendejo, la Suiza impoluta que está ahí y que nadie sabe de su gobierno ni falta que les hace o nos hace y un puñado de ducados y otras cloacas (por cierto que Urdangarín sigue siendo duque de Palma), que han conformado este continente que enseñó mucho y que hoy enseña sus vergüenzas. Era mucha la locura.

Continuará…

Cheche Dorta