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Guía de Isora 18 de Abril de 2012
La gente vive demasiado
Pues sí, ya se difunde y puede oírse, leerse y visualizar
(…) que duramos demasiados años y no debe consentirse
ni es conveniente – dice un economista – que en el país los
hombres, término medio que es lo sensato y moderado, se
mueran a los ochenta y las mujeres hembras duren todavía más. No hay derecho.
De manera que nos hemos pasado un montón de siglos buscando el elixir
de la eterna juventud y ahora, precisamente ahora, es un problema que la
humanidad no se muera antes. Y la tercera edad conforme un sector del
déficit para que el índice que sólo entienden los que no entienden (catedrá-
ticos de la ciencia económica y empresarial) que haya un montón de maduros
especimenes que no se mueren nunca, o casi.”Esta vieja es dura como un risco”, dice un yerno.
Y la nuera - bonita palabra - más sibilina (…) espera tranquila que todo llegará. De hecho, reflexiona, ahora tendrá que pagar por las medicinas y los pañales se pondrán muy caros. Afloja seguro, sentencia. Cuando suban la insulina va a saber lo que es bueno, ya está bien, reitera. Aunque conociéndola como la conozco - es una madre política – puede durar más que un martillo enterrado en paja, medita.
Hay mucha gente vieja que va al médico por vicio y hasta le dan sus medicamentos y van a las farmacias sin pagar nada y que tienen sus alacenas (…) llenas de pócimas que le prolongarán la vida. Lo que me hace pensar (…) que esta medida de mi gobierno es muy adecuada para que vayan aflojando y se dejen de tanto viaje, de tanta gimnasia, de tanta piscina, del tai-chi, o como se diga; de tanta rondalla y de tanta folía. ¡Y está bien! Ya ni rezan el rosario y la tele a la que están enganchadas me tienen los casos desvanecidos. Cualquier día de éstos fundo los plomos a ver si se acuesta de una vez, aunque me deje sin ver el partido de cada día.
Resumen: hay que morirse antes, para que las nuevas generaciones (…) puedan tener cobertura en su celular (…) y no perder el tiempo en cuidar ancianos y para que las preclaras mentes que han dirigido y dirigen el planeta, continúen recortando para acercarse a lo que antes se llamaba felicidad y una vida digna.
Y el rey, dicen, ha pedido perdón. No me lo creo.
Cheche Dorta
