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Guía de Isora 30 de Abril de 2011
Las legendarias orquestas
Aunque sea para relajarnos alguito en estos
tiempos tan acelerados, vamos a intentar escribir
un poco sobre las bandas de músicos que amenizaban
los bailes de antaño. Y antes de la pega, hay que decir
que la palabra relajar ha cambiado más aún que las orquestas
canarias, que es el asunto que nos ocupa. Porque relajo era cansancio, matraquilla o enamoramiento y hoy es otra cosa muy distinta.
Pues bien, hemos querido hacer un homenaje a aquellos músicos que bastantes casares conformaron, mucha música echaron  p`atrás y muchísimo amor derramaron entre nota y nota y entre trago y trago. ¿Merecen una metopa?, pregunta un concejal.- Es posible, pero dejémoslo para después del veintidós del mes de los bobos, cuándo se elige al más inteligente, al más culto, al de más carisma, al mejor preparado, al más honesto, etc. Todo ello conjugado en su acepción femenina, faltaría más.

Porque ¿quién no se acuerda, supervivientes de mi quinta, de nombres como Iris, España, Columbia, Copacabana, Nick & Randy, Tenerife, Roker ´s, Rialto, Los cinco de Tejina, Casablanca, etc.etc.etc.? O los invencibles vocalistas que se enfrentaban a un micrófono cuando este artefacto daba miedo, como se sentía verdadero temor al comprobar que la muchacha que aceptó salir al terrero a bailar, se quedaba otra pieza y se hacía un silencio insoportable entre ambos supuestamente seres humanos. Y habría que relacionar innumerables marcas – ninguna guanche - que daría para un libro que habrá que escribir y que  retratará fielmente a aquella juventud asilvestrada. Por razones obvias (…) me quedo con los legendarios Volcánicos y con la épica trayectoria de Los Nórdicos y no me olvido de Los Emigrantes, una premonición, bandas de escaso pedigrí, más que nada por su ubicación geográfica y su ecléctica y dispareja cabellera,  pero que defendieron el pentagrama como se le deba exigir a un patriota con el atril delante. Tanto una como otra orquesta tocaban por amor al arte; hay que repetirlo: por amor al arte. Era nuestro arte. Nada más y nada menos. A saber: saxo, trompeta, a veces acordeón, bajo de madera y después eléctrico, batería y vocalista. ¿Qué más se puede pedir? Pues con esa composición se formaron con mucho amor unos conjuntos que – ya se ha dicho – escribieron una parte de la historia más romántica de aquellos años, tocaron en bodas, procesiones y hasta en entierros; en Masca y en Llanito de Perera, con frío y calor. Y trasladando instrumental y ejecutantes en un Land Rover Santana gris o azulado (desde Fasnia hasta el cuarto de ensayo, más de cuatro horas de travesía, o viceversa) y sin GPS, ni aire acondicionado, ni móvil, ni contrato, ni dirección asistida.

Las verbenas empezaban a media tarde y a la hora de la cena se interrumpía el baile que era cuándo los músicos cenaban acompañados por la pareja de la Guardia Civil que no dejaba el mosquetón ni para ir a retrete, el cura y algún que otro mayordomo de la comisión de fiestas. Y, después, vuelta a tocar todo tipo de músicas: pasodobles, valses, boleros, tangos…, cuándo aún no había llegado la salsa, ni – mucho menos imaginar – que los gomeros inventarían un ritmo monótono y muy rentable con sus guitarritas electrónicas del dice que te vas…, que tiene su mérito.

O sea que estoy contando batallitas, pero que en mi defensa digo que de aquello de ayer, deviene en que hoy haya especimenes que se fraguaron en los duelos del centro de la plaza, cuándo el amor y el deseo eran un todo que aspiraba únicamente  a salir de la sacristía con los papeles sancionados, ¿le parece poco?, no. Y que el bolero no es invento de ahora, pero sí que el tango era propio de malandros pintureros, regresados de la capital, y que dejaban con la boca abierta (…) con sus pasos de baile a los agropecuarios que no habían salido del pueblo y contemplaban con estupor envidioso, el cómo y el por qué podría ejercerse tamaña osadía, ¿le gusta?, no sé…, lo encuentro así, como enredador y una no está acostumbrada a eso, a mi… ver si me comprende,  yo me conformo con algo lento y ya está. No me acuerdo de Los Volcánicos, pero sí que en la comunión se tocaba al órgano los ojos de la española y una se emocionaba, casi se me salían las lágrimas, con eso se lo digo todo, ¿me entiende?, sí. ¿Se sabe la letra de la perfecta marcha Triunfal?, no, pero déjeme, por favor se lo pido, que le pregunte a un pariente que tiene bastante memoria, se sabe las matriculas de todas las furgonetas y los yises y la letra, completita, de la famosa canción que está registrada y que dice: “quiéreme mucho, dulce amor mío, que amante siempre te adoraré, yo con tus besos y tus caricias mis sufrimientos acallaré. Cuándo se quiere de veras como te quiero yo a ti, es imposible mi cielo tan separado vivir…” Y perdón por la poquedad porque una piensa que ya no se componen letras como antes y se está yendo esta crónica del argumento que era lo de las orquestas altruistas o similares, las que acompañaban todas las ceremonias de la comunidad vecinal y que hasta la fecha no he visto ni he escuchado, será porque está pasada de moda, no sé. Le di el sí a mi Gerardo oyendo a Los Nórdicos interpretando “Costa Brava”.

Y una vez leído los anteriores párrafos que a nada conducen, es hora de recapitular, regresando al principio y fin de todas las historias que intenta citar a las orquestas que amenizaron bastante bien una porción de años a la juventud que hoy, ay, llaman a sus nietitos por el móvil, controlados ambos, y se contestan y todo.

Lo dicho: Los Volcánicos y Los Nórdicos merecen una metopa. Diga que si concejal. Súmense candidatas/os, que hemos prometido no hablar de la política hasta el día después. Aunque, en el fondo, este comentario pretende algo que no es totalmente (no lo es) desinteresado.

A lo mejor se escribe un libro sobre las orquestas y hasta se vende. 

Cheche Dorta
Comentarios
CHECHE TIENES RAZON , HOY ESTAS ORQUESTAS TOCAN SIEMPRE LO MISMO Y NO PIENSAN SINO EN LOS JOVENES Y LOS VIEJITOS QUE?....PERO AMIGO EL DINERO LO QUIEREN GANAR LAS COMISIONES DE FIESTAS Y LAS ORQUESTAS GOMERAS.FRAN COTRREA.
¡Ños! Yo soy un poco más joven que tú,Cheche, pero sí que me acuerdo de ver en la plaza de Tamaimo a Los Volcánicos, La Coimbra de La Guancha, La Copacabana... en esas verbenas de tarde y noche y aunque no solíamos bailar(éramos unos críos, nos lo pasábamos corriendo entre la gente), ¡cómo disfrutábamos! ¡Qué recuerdos!Suso Barrios.
Muy bonito Cheche, no vivi esa epoca que sin duda fue marcada por ustedes y es bueno que haya una referencia a ella, mas que otra cosa para que perviva en el tiempo como la que ahora se está viviendo, otra de evolucion natural que alguien en su momento tambien escribira para recordar a los posteriores bailadores de orquestas (o como quiera que se llamen) de plazas publicas que es donde se seguirá haciendo o al menos eso espero. Un saludo Luis Thomas
lo que deben de desaparecer tantas orquestas repetidas gomeras y que salgan de Tenerife
Cheche, permíeme la broma, pero lo más que bailastes tú fue del Bar Central a la balustrada de la plaza y viceversa.