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Guía de Isora 21 de Septiembre de 2011
El bingo de la tercera edad
Para entretenerme capto en un zapping una entrevista
que le hace la Nuestra (La Autonómica que siempre
tiene prisa) a una señora ludópata, aunque ella no lo
sabe, aunque su marido sí, que se queja amargamente
porque en un centro de mayores de Terde (la patria de José Vélez, de don Fernando de León y Castillo y del Corredera, entre otros) ¡les han prohibido jugar al bingo!
La conductora del programa se las ve y se las desea para contener la pasión con la que la señora – setenta y cinco tacos, ya – se desahoga ante el micrófono y que improvisa un monólogo interior que debería patentarse ya que hoy, casualidades de la vida, hoy mismito, en un periódico isleño se lee un editorial que dice que Canarias no es España y tal. ¿Qué es España y qué Canarias queremos que sea…? –  y nadie se pregunta lo que es de obligado cumplimiento y pocos tienen respuesta - o sea que el mundo es un pañuelo, aunque a veces esté lleno de mocos. Y habla una canaria de pura cepa, tal vez morena, como la virgen. Y ambas contradicciones tienen mucho que ver, la del bingo y el ensayo (…) del periódico falsamente independentista. Un baile de magos, a proponer. Y, aunque nos duela – a mi también – la morenez coyuntural de la virgen aunque esté casi siempre a la sombra.


Veamosssss, como diría un redactor jefe o un directivo de cualquier departamento más o menos lúdico, que suelen ser peninsulares con mando desde la conquista y siguen mandando, pero hay que oír declamar a la señora, nuestra paisana que tiene mono de bingo, así que oigámosla, porfa, que esa que habla es mi novia:

-----Yo cogí mis caltones y lo dejemos, polque el galbanso podrido nos echó fuera. El galbanso podrido sos tu, lo digo aquí en el arradio, polque desde que llegó al hogar ya no estamos tranquilas y no hay derecho. Nos hundieron a mi marido y a mí que ya tiene ochenta y dos años y yo lo preparaba desde la una de la talde, lo vestía y lo arreglaba para que fuera a jugal a un céntimo, ¡un céntimo más nada!  ¿a quién le molesta?, pues era ella la perdularia, pa mi que viuda interesada, desde que hace menos de don meses pegó a jugal y pelió con las compañeras y no hay derecho .nos hundió a mí y a mi marío, no hay derecho –llora- Dios está arriba y el sabrá, pero es que salíamos después de almolsal y era nuestra mayor ilusión; ahora nos quedemos en casa y nos acostemos a las tres de la talde, no hay derecho, y a dolmil – llora con más ganas – , estoy operada de la rodilla y lo único que me quitaba el dolol era ir al centro a jugal a la lotería, a un céntimo ¡un céntimo nada más! – duda y se suena – y nos quitaron ese entretenimiento a mí y a mi marío, el pobre…- ahora llora desconsoladamente – que, ay, yo lo arreglaba, lo vesíia y a él le encantaba. Nos quitaron la ilusión y no hay derecho…¿puedo saludar?, pide; si, por supuesto, concede la presentadora, “ pues aprovecho la oportunidad del arradio para mandarle un saludo a todas las compañeras der bingo que saben que digo la veldá y que al pilfo hay que echahlo polque si no descontrola el buen rollo, Dios está encimba, y hay que tenel esperansa para que vuelva la ilusión al hogar; así que manténganse fueltitas que lo que hay que hacel es resistil, chao compañeras…” 

Llora la mujer amargamente y su esposo sonríe, recién bañado. “Ella siempre ha sido  así, comenta el hombrito, tiene rejo y no le falta razón”, sentencia. “Y si se empeña – prosigue - es capaz de todo; hasta de que abran una sala subvencionando los cartones y que podamos ir, cada día, a entretenernos…. ¡pero que no nos quiten la ilusión, por favol!

NB del que escribe: poco hay que añadir a este monólogo interior muy matemático, pero que es cotidiano. Tal vez, lo interesante sería que los curiosos que leen, deben opinar y saquemos – entre todas/os – un comentario paliativo de esta situación de nuestros veteranos que se ilusionan con el bingo, olvidando que no hace muchos años, sí, a las mujeres les estaba prohibido entrar a un bar. Se lo merecen, sin duda, pero el bingo es lo menos importante. Creo.

Lo que hay que hacel es resistil, chao compañeras…

Cheche Dorta
Comentarios
dejen a los viejitos en paz con su bingo, es que hay que fastidiar a la tercera edad mas de lo que estan?
chacho mi abuela no se despeja de un bingo nunca y es felis asi
que seria de los abuelos y ls abuelas si no feura x los bingos, so les importa jugar con judias o caramelos jejejeje