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Guía de Isora 19 de Mayo de 2011
Sanitarios portátiles
Veo pasar una media gandola ufana (…) manejada
por un no menos jovial conductor joven enganchado
al móvil y hablando por  manos libres, llevando en la
carrocería tres o cuatro casetas como si fueran cabinas
de Mercero o de López Vázquez camino de los aledaños del recinto donde se celebra la verbena o similar, más tranquilo que el pupa (nadie  ha definido quién es ese pupa) para que el respetable pueda hacer sus necesidades como manda la ley.
Porque estos habitáculos son, en el fondo y en las formas, meaderos modernos en los que se escarranchan las masas para dar rienda suelta a sus instintos más primitivos. Y, después, salen como si nada y continúan brincando aunque tengan las verijas ligeramente húmedas, después de orinar, ojo.

Algunos, los más modernos, los llaman pipimóviles con una solvencia semántica digna de mejor causa o no, porque – entre nosotros/as – hay que reconocer que se siente un alivio grande cuando la vejiga se vacía; y esto lo dicen hasta los médicos del seguro, sea varón o hembrita, aquí no hay discriminación. Pero todos/as  regresan a la plaza escuchando, a lo peor, un bolero apócrifo que pueda decir, lo dice: “espérame en el cielo, corazón, si es que te vas primero…”o, además: “agüita fresca, agüita fresca, etc…” o, ¿por qué no?: “el agua por el barranco y mi amor en el telar”. Y se hace cola, disciplinadamente, ante estas cabinas tétricas, primas hermanas de las que se montan en los llamados colegios electorales para el próximo domingo, en que bien pocos votantes entran, porque aun no se ha prohibido el reparto de votos puerta a puerta o por correo, que es un gasto innecesario.

Veo, insisto, una tremenda camioneta que lleva tres o cuatro refugios electroquímicos (…) para que el pueblo defeque. ¡Qué horror! Pero así es y puede comprobarse en este momento dado. ¡Qué necesidad!, dice una vieja ruin que siempre orinó de pie y que, tal vez, fue precursora de las purinas que ahora están de moda y que no deja de ser la meada brutal de la vaca, sagrada en la India y masacrada en estas partes de la bola del mundo.

Y podíamos dejarlo ahí, siguiendo la máxima que reza (…) que lo breve y bueno dos veces bueno, pero hay que escribir de vez en cuándo más que nada para entretener al maniático que tiene este vicio. ¿Tu crees que será el producto interior bruto?, pregunta una vecina a otra.- No sé, contesta ella, sólo me acuerdo de cuándo lo hacía cerca del barranco. ¿Sí?, sí. Y vamos a dejarlo porque viene detrás de ti (…) una que se quiere colar…, pues apárala, apárala, que una tiene sus derechos…, yo llegué primero ¿me entiendes?, si. Bueno, chao, nos vemos en la esquina cari, ya yo alivié. No hay nada como lo moderno.

Y el camión descarga las cabinas, llama al responsable para que le firme el albarán (…)
Y aquí paz y en el cielo gloria, yo…, no veo las horas de llegar a casa y relajarme. Pasado mañana vendrá el compañero (…) a llevarse los sanitarios al polígono industrial, musita el protagonista que maneja tapándose la nariz,  porque sabe que la química hace milagros, como en los aviones, dónde el cagajón se desconstruye como un plato de la nueva cocina. Todo muy ecológico, ¿me entiendes? ¿No? pues vale, te dejo que la pieza que están tocando me encanta.

Veo pasar el vehículo de regreso con tres o cuatro cajones (casi digo cagajones, perdón) dónde han sido felices, un suponer, la multitud que orina (véase Poeta en N.Y.) de Lorca, que está, desgraciadamente, de palpitante actualidad.

Pipí móvil. Como el teléfono indispensable. Como la próstata que está ahí, silenciosa, hasta que muestra su peor cara que es cuándo a uno le cuesta orinar, que hasta ayer era fácil.

Y termino esta pequeña crónica manifestando que si tuviera o tuviese treinta años menos, a lo mejor montaba un grupo de rock duro bautizándolo como La Próstata. ¿Le gusta? Bueno…, pues vale. Alegrándome.

Cheche Dorta
Comentarios
A lo mejor es que se intuye cierta ca..... para los comicios que se avecinan,y algún avezado y vicionario toma medidas por lo que pueda pasar, que nunca está demás culquier previción por fantástica e inverosimil que paresca.Ojalá acierte y sea tanta la ca..... que se cumpla el dicho de M.A.Asturias. "llegerá un día que durará todos los siglos".Pero si el previsor tenía razón a lo mejor son pocos,lo quiera Dios,aunque no sea del gusto del cura.