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Guía de Isora 9 de Abril de 2011
Muerte súbita
Cuando se comienza una colaboración destinada
al posible lector no es fácil elegir el tema y decidí
tomar prestado el título de un certamen de pregunt
s y respuestas que reedita– muchos años después-,
el canal dos de la televisión pública canaria, redifundiendo un anacrónico, vulgar y de muy escaso nivel un concurso, supuestamente cultural y que responde al paliativo título de “Muerte Súbita”.

Fueron multitud de canarios o residentes, es casi igual, a mostrar su ignorancia sobre asuntos que le competían (antes, sin crisis) y mucho más ahora.

Por ello ( ¡ ), doy por descontado que lo del concurso servirá, o no, para hacer autocrítica. Veamos algunos ejemplos, que todo el curioso puede ver, si quiere, puede y desea.
Resulta que se presentan seis ejemplares canarios u oriundos y dan
rienda suelta a su escasísimo nivel de conocimientos. Así, por ejemplo,
no saben la altitud aproximada del Teide o que Valverde es la capital de la isla de El Hierro. Preguntas y respuestas simples y básicas que, sin embargo, los concursantes no saben responder. O desconocen quién es el presidente de Canarias (y bastante que sale en la tele) o qué es el jable (la Radio Autonómica tiene los miércoles un pequeño apartado de canarismos, dónde la presentadora siempre tiene prisa…), o cuál es la isla más grande o cuál fue la primera capital del archipiélago (hay que imaginar, oh, que definición saldría de lo que significa archipiélago). Simplemente saber las capitales de cada isla y sin contar a La Graciosa. Pues no las saben. Y van allí, ataviados con las camisetas dibujadas con intraducibles grafismos anglosajones referentes, verbigracia, a la universidad de Harvard, por ejemplo, o, también www (¿se sabrá lo que significan estas tres letras enigmáticas?), o Twitter  o Facebook. Claro que en lo tocante al fútbol la cosa es mucho más rentable: todos se saben los nombres, las alineaciones, los resultados, etc. del equipo de sus amores. Y se lo toman con una pasión digna de mejor causa. Y  saben, los totisos que concursan, el nombre del gobernador de California (tan cercana a Canarias, sí), pero ignoran quién fue don Juan Negrin, tan cercano, tan gomero, tan moro, tan africano, tan canario, tan canarión…o – sería mucho pedir – saber quien fue Fray Bartolomé de las casas o Junípero Serra. Y, lo que es más preocupante, es que entre los seises, hay licenciados, arquitectos, ingenieros y,  sobre todo informáticos (y yo con el disco duro fundido que, creo, está en Madrid, porque aquí no hay solución posible) que dejan en mal lugar a su gremio y a su tierra. Lamentable. No saben nada, absolutamente nada. ¿La capital de Hungría?...paso la pregunta. ¿Afur o Roque Negro? ¿El Corredera?, paso palabra. Y uno los ve, insistimos, con sus atuendos cocacoleros, casi estúpidos y sumamente fuera de lugar. Con decirles que no saben beber agua por el porrón, que es ejercicio muy tradicional y se ha olvidado, aun que a mucha gente le encante el baile por sevillanas, hasta los intocables Sabandeños.

Lo decente – es la única premisa que contemplo – es reconocer que el nivel que tenemos, desde casi siempre, es el que hay. No es cuestión de la crisis que nos abruma, no, es un problema sancochado con folclores mentirosos y que viene y va, como si las tradiciones (matazones de cochinos o matar un carnero, por ejemplo) debieran conservarse, porque son las raíces de este pueblo, que podría ser feliz dentro de lo que cabe. Clave de Ja, por ejemplo, nos da una cierta medición: vergüenza ajena; o la Gala; o la fracasada La Revoltosa (me da como pena el que Vieira no sepa envejecer con dignidad, aunque hace gracia),o las películas muy violentas o las series recalentadas, o los partidos de fútbol de equipos peninsulares o la enorme manipulación y tristeza de nuestro panorama del día a día. Que emite la nuestra, la tele canaria, pero que cuesta dinero, bastante, dicen.

Y volviendo al certamen que nos ocupa, debo decir que la imagen que pueden trasladar al que los viera o los viese es desconsolador: analfabetos nada funcionales que tenían que haberse quedado en su casa y no hacer el ridículo y menos en mi nombre. Seguramente los concursantes serán murgueros de segunda línea que jamás han subido al Teide (más del 90 % no lo ha hecho) pero lo cantan y son gente diez y a los que les da igual el teleférico brutal o la degradación del territorio. O que Santa Cruz de Santiago esté muerta porque no tiene ocio, aunque el ocio sea el tiempo libre de las personas, dicho en boca de chicharreros de estirpe y que La Laguna tenga una vida guay (nadie se lo cree, pero lo ejercen aunque haga frío); o que el Valle de la Orotava sea una sucesión infame de carreteras y trompos que bailan sin sentido, de grandes superficies comerciales o que el Sur (motor, dicen los caraduras con la connivencia de los elegidos por el pueblo,  de la economía insular-  pero el Hospital no se quiere hacer - también con la complicidad de los que hemos citado y no quiero señalar), o que nadie se acuerde de cuando todo el mundo – y se perdió la memoria más reciente – pudo escuchar “esto no puede seguir así”…, o que el listo es una cosa y la inteligencia es otra; esta última mucho menos rentable; o que cualquier malandro montara una inmobiliaria, aunque los apartamentos ascendieran por las montañas a las que nadie había subido hasta que las grúas  formaran parte del paisaje. Era, como en Muerte Súbita, la pirámide perfecta para que los tarugos, todavía hoy, lo pasen en la sobremesa, juntamente con telenovelas de la suramérica sabrosona y corrupta, lástima de país con lo rico que es. Pero es que el nivel de nuestra gente – infinitamente superior a tiempos pasados, es lo peor constatarlo  – sigue haciendo el ridículo, hasta en el fútbol que se quedó aquí, no sabiendo responder y se van cuando la simpática presentadora dice que el encefalograma esta plano, como una autopista recién empichada.

Lo dicho, acabamos de pegar. No es baladí lo de este concurso de tercera regional que hemos citado y en el que puede comprobarse la pequeñísima capacidad cultural de nuestros jóvenes preparados para la esclavitud, aunque sean ingenieros, arquitectos o licenciados en administración de empresas. Si no saben la capital de La Gomera, ¿a qué esperamos para suspenderlos y reciclarlos?

Hubo uno, lo recuerdo ahora – hay que verlo para poder escribir – que era medio líder de un movimiento verde o similar, que no supo responder a la pregunta: ¿Qué es una euforbia? Pues fue y es así. No debe extrañarnos, dado que nuestro himno nacional de las Canarias todas, es un fragmento de los Cantos Canarios de Don Teobaldo Power, y que fue cuando los totufos abandonaron el plató. Las palabras Power y plató las usan con solvencia los concursantes que – siempre – usan Internet- y casi siempre fallan preguntas muy fáciles. No leen porque la red ( ¡ ) aparentemente se los pone más fácil y los libros se les caen de las manos. Pero, hasta con el ordenador fallan. Ni idea. Y se ríen de su propia ignorancia. Casi dormidos con el arrorró que es lo que es.

¿Isquiotibiales? ¿Abductores? ¿Esguince lateral del tobillo izquierdo?...,jerga de quirófano que, sin embargo, nuestros concursantes y sus clubes de fans manejan con facilidad. Mientras esto relato, veo en la prensa escrita que un pionero de las comparsas es hijo ilustre de la ínsula y, en la misma columna, la ministra de economía la suspende el cruel redactor jefe, con una flechita, así, para abajo: vuelva en septiembre. Ya veremos.

Vamos a ir terminando este estreno, a ver si el azúcar me permite mantener un contacto continuado con los presuntos curiosos. Lo dicho: el concurso Muerte Súbita, es fiel reflejo de nuestro bajísimo nivel, que es mediocre y muy poco exigente: los concursantes no dan la talla y salen en la pantalla así, en bruto. Menos mal que hay un porcentaje magnífico o poco mediático, pero que está ahí y sólo espera que lo dejen asomar. Surge la interrogante: ¿por qué no los dejan?

Voy a inyectarme un chute de insulina, por ver si averiguo para qué sirve el tren, el anillo insular, el puerto de Granadilla, perdón, o si los jefes de las empresas guanches, saben escribir tres líneas o han leído la conquista del cono sur de América, que se fueron, trabajaron duro y parejo y regresaron berroqueños juramentados para vengarse de sus propios paisanos, musiú ¡Lástima de país, con lo rico que es…! ¿Y los socialistas? Puedo criticarlos y los criticaré – todo se andará -, pero esperemos un intre, ya que siempre hemos mantenido que algo tiene que haber y ellos, los sociatas que no son socialistas, tendrán su crítica. Ahora es el momento de Muerte Súbita, asunto no menor, porque el que ignora que es ignorante, es lo peor que puede suceder. Más malo que la crisis, que no es la primera ni será la última. ¿A qué esperamos? Pues eso. ¿A la revolución? ¿Contra la hipocresía, el abuso, la injusticia y otros panfletos? Puede ser. Yo estoy dispuesto ¿Y usted?

Juan José Dorta
Comentarios
Gracias por tú trabajo, una opinión de gran valor, criterio y buen estilo.Recibe un fuerte abrazo,  Fernando Melo
Cheche vuelve al partido, se necesita recuperar el partido
Muy bien, Cheché.
Gracias Cheche
Bienvenido, una persona con mucho criterio y una pluma excelente.