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Canarias 19 de Sep. de 2012
El ministro de defensa español ha conseguido un aumento en el presupuesto de casi un 17% respecto al 2011 y más
Aunque los presupuestos del estado español dijeran originalmente que había una reducción del 8,84%, después de un crédito extraordinario aprobado en el Consejo de Ministros del 7 de septiembre, la partida original se incrementaría en 1.782 millones de euros. O sea, crece casi una tercera parte.
Aunque los presupuestos del estado español dijeran originalmente que había una reducción del 8,84%, después de un crédito extraordinario aprobado en el Consejo de Ministros del 7 de septiembre, la partida original se incrementaría en 1.782 millones de euros. O sea, crece casi una tercera parte.
El actual ministro de Defensa español, Pedro Morenés Eulate, es una persona de confianza del PP y en su currículum consta que fue director general para España de la empresa paneuropea de misiles MBDA. Y también consejero de la entidad Instalaza S.A., la principal fabricante española de bombas de racimo hasta 2008, año en que el gobierno español anunció la destrucción de todas sus bombas de racimo.
Sin embargo la realidad es que no se hizo y se continuaron fabricando y Pedro Morenés ocupó el cargo de consejero de Instalaza hasta septiembre del pasado año, según el Registro Mercantil de Zaragoza, siendo nombrado en diciembre (BOE 22Dic) Ministro de Defensa.
Su regreso a la política no es casual, e igual que sus inicios en ella, propiciados por un entorno de influencias que emanan de la propia casa real española y le reafirman como de una dinastía cargada de títulos nobiliarios.
La acción de Morenés, cuando en el año 2010 denunció al gobierno de España, tras la entrada en vigor de los acuerdos alcanzados en la Convención de Dublín contra las bombas de racimo, fue muy sonada y se saldó con una indemnización a pagar por el gobierno español de 40 millones de euros a Instalaza SA. En esa época, gobernando los socialistas españoles y ya sumidos en la crisis, Morenés tuvo que ser todo un héroe para la derecha de ese país, aunque haya costado 40 millones de euros que al final se pagaron a una empresa tercera que había comprado la deuda, para no admitir esa cantidad como un gasto en armas que habían quedado prohibidas por la ONU y la UE, cuyas últimas partidas se le vendieron a Gadafi.
Según Defensa, de los 1.782,77 millones de euros concedidos, un total de 1.171,6 millones irán a parar al programa Eurofighter, de Cassidian-EADS, unos 242 se destinarán a pagar la deuda derivada de los carros de combate Leopardo y el obús 155/52 de General Dynamics-Santa Bárbara, otros 187,8 millones de euros serán para los buques de acción marítima de Navantia y unos 76 millones irán para los helicópteros Tigre de Eurocopter. Además, se destinarán unos 21 millones para el helicóptero de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cerca de 39 millones para el programa del misil IRIS-T, en el que participan empresas como SENER y EXPAL, y casi 28 millones más para el misil SPYKE. La cantidad restante del crédito, 718.530 euros se destinarán a pagar las deudas contraídas por la adquisición de los sistemas CIS (Información y Telecomunicaciones) para la UME. “Se trata de recuperar la credibilidad ante los consorcios internacionales”, afirman los militares españoles, que si antaño parecía que estaban sólo para las intervenciones bélicas, ahora predominan en el comercio legal de armas “para llevar a cabo misiones de paz” digo yo.
Pedro González Cánovas (Miembro de ANC)
