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Tenerife 25 de Febrero de 2008
Los agricultores recibirán ayudas para la conservación de cultivos autóctonos     
El Consejo de Gobierno aprobó las bases para la concesión de las subvenciones

El Cabildo ha aprobado una línea de ayudas para la conservación in situ de variedades vegetales autóctonas en riesgo de erosión genética en sus zonas productoras tradicionales. El Consejo de Gobierno aprobó esta semana las bases para la concesión de estas subvenciones por un importe que asciende a 22.000 euros. En concreto las ayudas se solicitarán para los cultivos de cereales (avena, cebada y trigo), leguminosas (guisantes, habas, garbanzos,etc), diferentes variedades de papas como la peluca negra, blanca y roja; azucena negra y blanca; bonita negra, sietecueros, terrenta, entre otras. Asimismo se concederán ayudas para las batatas, cebollas (carrizal y masca) y melocotones, en la variedad de durazno ramblero.

El consejero Insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Joaquín Bethencourt señala que “promover estos cultivos en sus zonas tradicionales de producción, en especial aquellas variedades cuyo grado de erosión genética es más acentuado,  supone su conservación in situ, que es la mejor forma de salvaguardar toda la biodiversidad que los agricultores atesoran y constituye una actuación complementaria a los trabajos de conservación ex situ, que el Cabildo realiza a través del Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife”.

Este centro fue creado por el Cabildo en el año 2003 para recuperar y conservar las variedades tradicionales que se cultivan o se han cultivado en la isla. La gran riqueza varietal de la isla, unida a los conocimientos y tradiciones agrarias a ellas asociadas, suponen un importante legado patrimonial que el Centro, junto con los agricultores, han de conservar para las generaciones futuras.

Canarias fue parada obligada en el tránsito de los cultivos entre Europa y América. Se trata por tanto de una zona muy rica en especies y variedades antiguamente cultivadas en uno y otro continente, algunas de las cuales están prácticamente desaparecidas en sus lugares de origen. En algunas especies como es el caso de las papas, la isla de Tenerife se ha comportado, con toda probabilidad, como centro mundial de diversificación secundaria. Todo ello le confiere un enorme interés internacional por su riqueza en recursos fitogenéticos agrarios.