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Tenerife 24 de Junio de 2008
Instancia de un usuario del servicio canario de salud a la excma Sra. consejera de sanidad
Estimada Consejera de Sanidad:  Sirvan estas líneas para expresarle, que he observado un día cualquiera de mi existencia, que en todos los centros de salud hospitalarios y extrahospitalarios de la Red que Vd. gestiona, se forman amplia y largas colas con gentes absolutamente dominadas y con una resignación a pruebas de bombas, que ven y entiende la enfermedad como currículum  para la gloria, pues su espera implica un hacer constrictivo, aunque su eficacia se difiera si el servicio sanitario no tiene lugar a su debido tiempo. 

La carencia de inmediatez en la prestación del servicio, no constituye un avis raris para el servicio canario de salud, sino que configura el comportamiento cuasi ordinario del mismo, lo que nos obliga como acreedores que somos de él, pedir cita con el otorrinolaringólogo, aún en momentos en que nuestro sistema auditivo funciona a la perfección, ya que es la única manera en que lograremos que coincida atención sanitaria con anomalías del sistema de audición, o solicitar el urólogo, los varones, y el ginecólogo, las mujeres, al momento de inicio de la pubertad, para que el primer servicio, al menos, acontezca en su debido tiempo, y el resto según las necesidades que prevea el P-10, documento éste que constituye la clave del especialista, y que siempre lo ha de librar el médico de familia.. 

Por eso, cuando Vd. Sra. Consejera de Sanidad, clamo a las siete islas  como si de éxito discográfico se tratase << este verano no habrá contrataciones de médicos de familia>>, pensé inmediatamente que clarividente es la Consejera, todos gozaremos de plena salud este periodo vacacional. 

Afirmaciones como las dichas, que cambian la vida radicalmente de los canarios, y de manera individualizada innovaron la mía, y por eso, convoqué urgentemente a mi familia, y con verdadero sentir patriótico le di la orden nosotros, miembros y miembras de nuestra familia, no nos enfermaremos este verano, pues si lo hacemos nos calificarían de malos nacionalistas, y no debemos olvidar que la tutora de nuestra salud es la Consejera Roldós, << pues a ella, y no a otra,  le hemos encomendados los canarios nuestra salud y quebrantos, y ésta con sus rogativas como popular medicina alternativa nos curará.

Hice y obligué hacer a mis deudos un acto de constricción, no podíamos configurarnos ni debíamos convertirnos en enfermos y menos tiránicos, debíamos tener humildad y no ser del grupo de los impertinentes que desprecian el Servicio Canario de salud, porque en su opinión, los gestores de ese servicio no se comportan como ellos se comportarían si fueran la Consejera de Sanidad, y ello implica evitar diagnósticos de malestares de segundo orden, como son los infartos, los linfomas, los melanomas, la apendicitis, las interrupciones involuntarias del embarazo, los ictus y otras situaciones del mal vivir, al menos durante el periodo de noventa día que dura la fase estival. 

Por todo ello, Excma. Sra. Consejera, solemnemente me comprometo que tanto yo como mi familia atenderemos y acataremos debidamente su mandato, y no nos convertiremos en vulgares hipocondríacos, y menos la ofenderemos personalmente yéndonos por sorpresa al otro mundo, y todo porque no fuimos diagnosticados en su debido momento. Pues estamos convencidos que aquellos que supervivan al verano, instante en que cesara la desaceleración sanitaria en Canarias, obtendrán de nuevo de su insigne servicio la prestación debida, al tiempo que podrán corroborar el pensamiento que tan acertadamente postula su señoría << de que la vida no es nada, y menos para el Servicio Canario de Salud.

Sin otro particular, la saluda atentamente un enfermo y usuario del Servicio Canario de Salud, en su nombre propio y en el de su familia, esperando poder dirigirse a su excelencia el próximo mes de octubre.

Juan Fernández del Torco Alonso.
Centro Independiente de Canarias (CICAN)