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Tenerife 13 de Junio de 2008
Una buena noticia, parece que se va a celebrar el festival de cine ecológico
Nuestra Constitución habla y alude al medio ambiente, lo hace como un derecho fundamental de la llamada tercera generación, la primera es la libertad, la integridad etc., por tanto, es una exigencia que se desarrolle de manera adecuada, porque con ello se puede alcanzar el desarrollo integral de los sujetos, y este es un deber de las instituciones públicas, ya que tienen la obligación de garantizar el ejercicio de adecuarlo a éstos.

Realización que brindará a las nuevas generaciones de canarios y canarias, una concienciación de que están habilitados para usar la tierra y la naturaleza que les rodea, aunque solo son depositarios de los mismos, y además acreedores frente a las generaciones futuras.

Concienciación que en la década de los setenta se gestó y alcanzó en Canarias, una referencia inigualable con el Festival de Cine Ecológico que se celebraba en la gallina portuense, y que incentiva, estoy convencido, la conciencia de algunas generaciones de canarios y canarias y que inexplicablemente ocupó el desván de la historia.

Por ello, cuando meses pasados leímos con atención y alegría que la fundación “Telesforo Bravo”, asumía el papel de hacer renacer este fenómeno cultural portuense, no solo lo aplaudimos y nos unimos en su esfuerzo y ayuda en la medida que somos capaces y se nos requiera, sino que vimos la luz en pro de una nueva concienciación popular.

La defensa y la sensibilidad por la naturaleza no cabe lograrla con la celebración de cenas elitistas con relevantes personajes americanos, sino con una concienciación colectiva de los ciudadanos de manera directa en la tierra y en la zona que a diario patean. Y esto se logra con eventos cinematográficos como el aludido, ya que cualquier imagen vale más que mil palabras, para que las generaciones de canarios en cuanto que son los acreedores del futuro, puedan alcanzar una mayor concienciación generalizada de la situación de nuestra tierra.
Pese a lo cual, el comportamiento de nuestras instituciones que quizás sea económico, no basta para ello su desembolso económico, sino que han de complementarla con una campaña publicitaria amplia y general, tanto en nuestra Comunidad como fuera de ella.

Pues ello nos servirá para identificarnos como clase poblacional diferente, al tiempo que coadyuvaría para paliar los malos momentos económicos que atraviesa el sector turístico, campañas de difusión de la islas que el Gobierno de Canarias tiene que afrontar, y no desviarla a meros programas cancioneros de triunfitos temporales, lo que nos lleva a creer que todo canario trina como vulgar jilguero, pese a que instituciones como el Cabildo de Tenerife, hayan demostrado y aún demuestran que son objeto de una especial dependencia a los mismos.

Juan Manuel Fernández del Torco Alonso.
Centro Independiente de Canarias (CICAN)