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Tenerife 11 de Junio de 2008
“No le preocupa a Paulino Rivero el papel de su gobierno”
La fría cifra estadística nos ubicaba la última semana en una preeminente lista de desempleados, en otras palabras, éramos los primeros en número de parados y esta continuaba creciendo.
Impedir esta situación no implica derivar esta responsabilidad a otro, ya que hacerlo es equipararnos al comportamiento del avestruz, consistente en esconder la cabeza ante los problemas, y queramos o no, es lo que hace el Gobierno Rivero.
Pues el Gobierno omite la presentación de un programa urgente, y debido a esta fenomenología que va en aumento, y que además incide de manera directa sobre personal de difícil reubicación, bien lo sea por motivos de edad o de formación.
Aunque con ello haga dejación del deber de obligado cumplimiento, que se le encomendó en su investidura parlamentaria, y que no es otra cosa que la defensa y gestión del interés público, salvo que entendiera que gestionar y defender el interés público sea tomar el té ó el café en una visita a la Moncloa.
Pero el pueblo canario considera que esa visita obedece a un fin distinto, y siempre positivo cuando aquél repercuta y brinde soluciones directa e inmediata ante situaciones desesperadas, y Centro Independiente de Canarias (CICAN), no es catastrofista sino realista, y desde este último prisma, señala la existencia de ámbitos económicos y empresariales en los que se le denotan una situación altamente preocupante, como han denunciado sus representante al Gobierno de Canarias como responsables exclusivos, en cuanto, titulares competenciales, y que por desgracia no son los únicos ejemplos, el sector agrícola y del transporte están en la misma situación.
En el primero, se ha puesto de manifiesto que el sector de flores que se encuentra inmerso en una situación de crisis aguda por la incidencia directa de la desaceleración económica, mal llamada patriótica, que afecta al 12% de la economía agrícola canaria, y que sumada a la crisis del tomate y el plátano, nos permite calificar la situación del sector de pronóstico reservado.
Por el contrario, el segundo sector, el de transportes, que presenta unas peculiaridades propias respecto al problema general, y que como el anterior su gestión y programación es una competencia exclusiva del Gobierno Autónomo, y pese a ello en una situación de crisis como la del gasóleo, cuyo precio incide de manera intensa en el sector profesional del transporte, taxi, y camiones, el Gobierno Rivero, no ha afrontado como medida de prevención, y por el trámite de urgencia, fijar la cláusula de estabilización en la revisión de precios a la inversa, lo que podríamos popularizar como <<descuento del combustible>> para estos profesionales.
Intervenir en sectores como los enunciados no es un capricho, ni un divertimento político, sino una exigencia de obligado cumplimiento que compete aquél que gobierna, y que ignora el que no gobierna si no se encuentra en la poltrona con un solo objetivo e interés, figurar para los anales de la reciente historia de nuestra autonomía canaria, aunque se ocupe tal posición calificada de ineptos e inservibles para la gestión de los intereses generales.
