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Arona 11 de Febrero de 2008
Urge un pacto sobre la inmigración
Después de todo lo que se ha leído en diferentes tabloides
informativos sobre las últimas declaraciones que se han hecho
sobre los inmigrantes arremetiendo contra los trabajadores de la
restauración por el Sr. Cañete, lo único que de verdad hubiera importado, y que se pide de una vez por todas, es ese gran pacto sobre "inmigración" y dejarse de rebuscar quién ha dicho la majadería más grande.

Es de Perogrullo exigir al inmigrante que firme un contrato para acatar las costumbres españolas, el desacuerdo es unánime por parte de todos. Mucho mejor y seguro que no levanta polvareda y se entiende, cuando se le dice al inmigrante que hay que contemplar y seguir los valores de la vida occidental, que es en donde estamos, en el Continente Europeo, antes de atacar con improperios insultos como decir racistas y xenófobos, como declaró Rubalcaba, seguro que de esta forma no nos vale y no nos enseña nada Ministro. ¿O acaso estamos solos en Europa?

Y por pedir que no quede, a ver si nos explican si este comportamiento que desean los inmigrantes, que tienen esa educación traída de su país, y los que atacan a que se defienda nuestra vida occidental pasándoles a que lean este "memo de lo que quieren que permitamos también aquí".

Es progresismo o es carca no permitir la poligamia en España, el concertar matrimonios a los 10 años, impedir las aberraciones como la "ablación" del clítoris y las mutilaciones genitales, exigir que las niñas vayan todas cubiertas  para evitar la lujuria de los hombres, sacrificar los corderos en las viviendas, atacando así la más fundamental higiene sanitaria, dónde radica entonces la igualdad que se proclama entre el hombre y la mujer, en qué siglo estamos señores. Habrá que ponerse todos en un comportamiento ante la convivencia que nos marcan las Leyes Occidentales.

A ver quién le dice al Embajador de Irán en España que no revindique, según la costumbre de su país, en amputar la mano del que cojan robando para así frenar un poco el desmadre social.

Yo a nada de esto me opongo, siempre que lo hagan en su país y en su propia cultura y Leyes, pero un respeto hacia esta Nación que les da el amparo cívico con todas las garantías de la libertad de trabajo y lo más caro y vital la SANIDAD, y que como es normal para nuestra civilización, esa forma de ser y el comportamiento que conlleva no lo toleramos bajo ningún precio o amenaza de nadie.

Tengan valor político y rematen ese pacto sobre la inmigración, llegue quien llegue a la Moncloa es vital para la convivencia en España.

Salvador Barnes
barnespress5@hotmail.com