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Arona 30 de Enero de 2008
El Parlamento italiano
para enmarcar
Y después decimos que somos un país de blandengues frente
a la política y que lo damos todo por sentado no haciendo
ningún alarde de crispaciones ante el Parlamento, que es en
donde se "cuecen" todos los éxitos o fracasos políticos de este país.

Por eso siempre hemos dicho, y lo mantenemos, que nosotros somos 17 pueblos convertidos en una Nación ( por hoy) semi-poderosa y que a nadie imitamos, ni se nos pasa por la mente, pese a que algunos políticos de último cuño estén con la matraca de que hay que mirar a Europa.

No se referirán a Italia en donde la política de ese país es una pura bazofia, y que desde que Romano Prodi se sometía a una moción de censura en el Senado entró en la opinión que de él se tuvo diciendo, y era que entraría en un suicidio político.

En un programa político de la RAI, emitieron una sesión del Parlamento Italiano. De verdad que ni una película de Alberto Sordi era más cómica. Sus señorías encolerizados, morados de ira, se acompañaban con golpes unos a otros, escupitinajos, insultos al más alto nivel barriobajero en donde reparamos en los cuatro insultos que más se repitieron en casi media hora de autentica "mele" dialéctica y personal. Traidor, mariquita, basura y demócrata corrupto.

Nos quedamos perplejos, como un país como Italia, que creíamos que estaría vacunada de estos escándalos, que la mitad, sea dicho, han provenido de escándalos de faldas de muchos de sus congresistas. Será difícil que puedan despegar al ritmo que está actualmente marcando Europa, ya que Italia desde el año 90 no está dando pie con bola, viviendo en una crisis casi continua sobre el sistema político que marca el gobierno de turno.

Nos tiene que preocupar este casi vecino país que no acaba de encontrar el "vellocino de oro" y que pinta un oscuro panorama en una Nación con una economía muy debilitada.

En fin comparando lo que vemos por esa Europa, el que no se consuela es por que no quiere. Siempre es aceptable las comparaciones que hay quien dice que son odiosas. En este caso son pedagógicas, pues nos enseñan en lo que no tenemos que incurrir, por eso debemos de pedir y decir "virgencita déjanos como estamos".

Salvador Barnes
barnespress5@hotmail.com