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Arona 5 de Octubre de 2007
El gúión del rarito
Que tiempos aquellos, como dice una zarzuela, en que los políticos, los grandes oradores del Congreso de Diputados paseaban por la calle y los ciudadanos al verles se les acercaban y les preguntaban situaciones cívico-políticas (sin que los guardaespaldas les echaran a tortas).
Uno de esos grandes era sin lugar a dudas Romanones que no se encogió cuando hizo un comentario viendo el Hemiciclo de los Diputados diciendo "joder que tropa". Cuando uno lee lo que el rarito del Presidente que tenemos hoy en el Gobierno español define como Nación, como un concepto discutido y discutible quedamos fríos.
¿Acaso no se ha leído la Constitución? No me extraña que los Ibarretxe saquen los pies del tiesto y los Carod Rovira, y así un caterva de enterados que se pasan las leyes establecidas por el forro.
Acaso el Sr. Zapatero ignora, seguro que si, que en el Articulo 2 de nuestra Constitución, define como Nación al Reino de España. De verdad que desmesurado resulta todo, entre el "Independence Day" de los Vascos y el PP con Acebes diciendo que el partido es España, ¿y los demás que no votan al PP, que son, de otro país? Todo un desconcierto de frases mal hechas solo con el único norte de querer estar en la mirilla del poder.
Como decía Ortega y Gasset hace ochenta años, seguimos preguntándonos qué es España. Más directo sería decir que son los políticos de uno y otro bando los que nos tienen a todos sumergidos en el Mar de los Sargazos, en donde unos te crean el fuego y los otros se ofrecen como bomberos.
Así que asistimos perplejos a este guión de Coppola que nos están diseñando, unos mas que otros, todo hay que decirlo, ya que vemos que muchos de ellos han renunciado a muchas cosas en estos treinta años de democracia. Todos menos los nacionalistas que se amparan y se esconden cuando la pifian con la Constitución para después saltársela a la bilonga. Un país como España con identidad propia desde los tiempos de Roma, es lamentable que siga rodando y teniendo estas historias que solo invitan a la depresión y al cabreo nacional.

Salvador Barnes