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Arona 9 de Enero de 2008
Una cabalgata de pena
Es imperativo el tener que hacer la crítica de algo tan inocente
como es la llegada de los Reyes Magos al Municipio de Arona,
para más señas, entrando la Cabalgata por Los Cristianos.

Haciendo un razonamiento tenemos que decir que sabiendo lo que este Municipio alberga en su cultura teniendo una casa cultural que es referente para toda la Isla, que se imparten talleres de danza, música, teatro escénico, que se tiene una magnífica banda de música etc. Se convocan concursos de cortos para el cine, teniendo a un conciudadano nuestro como el mejor en la dirección y realización de cortos audiovisuales. Que a todo esto, este Ayuntamiento de Arona es de los primeros en la recepción de turismo de España, que ha tenido uno de los grandes eventos músico culturales más interesantes hechos en Canarias como el "Son Latinos" con unos presupuestos mareantes, todo para el máximo esplendor de esta zona sureña tan característica en el turismo y tan importante para el núcleo de municipios de Tenerife y de Canarias. Pues a todas estas cosas enormemente importantes que han hecho y hacen que culturalmente tenga mucha vida Arona, se le suma un bodrio que apabulla al más ignorante. Los responsables de la Cabalgata de Reyes no han demostrado que tienen ningún respeto al ciudadano, han ido solamente a cumplir el requisito y "puerta".

Para realizar una cabalgata en un Municipio de este nivel tendrían que haber visitado o haberse enterado por otras poblaciones de esta misma Isla de cómo se monta una cabalgata, visitar Santa Cruz, El Puerto, Adeje etc.

No han querido estos sabios en malgastar su triste tiempo en organizar una buena cabalgata. Fue raquítica, fea, pobre, sin brillo, opaca, miserable, mas bien parecía una entrada de hippys en Ibiza, sin ninguna originalidad, sucia en los ropajes de los Reyes, totalmente obsoletas  las monturas de los camellos, de pura pena, un solo tambor que anunciaba el gran fiasco que venía detrás.

Se ha hecho un daño irreparable a aquellos que creen que los Monarcas vienen de Oriente a repartir sus riquezas a los niños. Se han cargado la fantasía y ese halo misterioso que conlleva esa noche, la más maravillosa del año para los niños. No se dignaron ni en maquillar a Sus Majestades que parecían que los sentaron como vinieron y a otra cosa.

Repetimos, mal, muy mal, hay que tener respeto al ciudadano que es el que paga con sus impuestos todo lo que este organizador no hizo, un tirón de orejas es lo que pedimos para este Samuel Broston del Municipio de Arona. Esperemos que el año que viene vengan con mejor aspecto y con música, que por cierto ¿Para qué está la banda, sólo para conciertos culturales? Un cero patatero a la organización, y recíclense por favor.

Salvador Barnes
barnespress5@hotmail.com