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Arona 27 de Noviembre de 2007
Un spot condenatorio
Sigue un colectivo empeñándose en que tenemos que vivir en el año MIL.
Milenio de miedos y oscuridades, de estar todos bajo la inquisidora mirada
del Santo Oficio.

Pues todavía hay quien apuesta por el "acojono" de la gente saliendo a la palestra televisiva con un anuncio ramplón, mal hecho, carca, quemado de color y con un contenido literario que no lo hubiera diseñado mejor ni el inquisidor Torquemada. Así que cuando aparece en el spot publicitario Federico Jiménez Losantos, alias el "mandril" diciendo que el que no ponga una cruz en la casilla destinada a la iglesia en la próxima declaración de la renta, entrará en pecado mortal. Y se le queda la cara como los besugos, inexpresiva después de decir semejante burrada.
La Iglesia está pidiendo financiación porque según el Episcopado puede entrar esta institución en quiebra. El que el contribuyente marque la casilla o no la marque es cuestión personal y va más allá de las creencias que cada ciudadano tenga de la Iglesia. Creemos qué recursos tiene y de sobra para que nos sobreviva a todos, lo que pasa es que la codicia también ha llamado a las puertas de esta confesión, y se han tirado como lobos a comerse el mercado, así tienen acciones en casi todas las grandes empresas españolas que están cotizando en bolsa. En muchos de los negocios que ha invertido la Iglesia han sido una ruina y de ese modo alguien dio la voz de alarma, pero no creo que sea como alguien lo dice.
Se acercan momentos difíciles para esta Institución como para cualquier otra, se pagará el IVA, hasta ahora estaba exenta, se supone que habrá algo más de transparencia en todas sus operaciones económicas. Pero visto el patrimonio desmesurado que tiene es baladí hablar de todo esto, si seguir en la brecha de decirles a los voceros de la Iglesia, de la COPE o del Episcopado que la idea de ir al infierno por no ayudar a dar el 0,07% a la institución eclesiástica no cuela, que la gente sabe leer y escribir y ya no hay autos de fe ni hogueras en las plazas públicas. Un poco más de humildad y dar un poquito de ejemplo de lo que es la pobreza cristiana les vendría bien.

Salvador Barnes
barnespress5@hotmail.com