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Arona 13 de Noviembre de 2007
Hugo Chávez, da la nota.

Desde que Felipe González fuera uno de los impulsores de
estas Cumbres Iberoamericanas, han entrado en su XVII edición.
Hoy que está consolidada esta reunión de Estados Iberoamericanos
que el único motivo debe de ser la reunificación de ese continente
Sudamericano, la única personalidad que siempre estuvo ha sido la
de nuestro Rey Juan Carlos I.

Desde aquellos años en que el Jefe de Estado Cubano, Fidel Castro animara el cotarro en sus más y sus menos proclamas a ese comunismo rancio, con menos fuerza que el carbonato pululaba en los recintos oficiales en donde se le daba al eterno guerrillero la palabra.

Ahora Castro debilitado de fuerzas por la edad ha dejado sin duda alguna a su alumno más aventajado y más lenguaraz que tiene hoy por hoy Iberoamérica, Hugo Chávez, que a su vez trata de reclutar a algunos desarrapados más y que no pierde la ocasión para insultar a España a sus miembros de gobierno como a su status patronal como la CEOE. El respeto que tiene este "chusquero" a las personalidades que acuden a esta Cumbre es muy limitado, por la forma grotesca de suplir en su escasa cultura al insulto soez, barriobajero y carcelario en que cada vez que abre la boca escupe ese veneno anti español que se le vislumbra.

Como todos saben arremetió contra Aznar llamándole tres veces "fascista", acusándole de ser este un contribuidor del golpe que le dieron a este bocazas en el 2002. Arremetió contra la CEOE, dejando mal parados a los empresarios españoles, que a su vez se están reconsiderando las inversiones en Venezuela Bolivia y Ecuador por inseguridad jurídica. El papel que España debe de imponer es de la buena voluntad y olvidar el tentador motivo de sentirse "La Madre Patria". España perdió su momento en Iberoamerica ( o no supo hacerlo) en tratar de haber hecho como Inglaterra una "commonwealth" cuando teníamos muchos más motivos que ahora.

Pero no es fácil aunar todos los esfuerzos o políticas tan dispares que tiene ese continente, pero con el mismo denominador común, la pobreza, el hambre que se extienden en muchos países de esa Sudamérica que debería de ser rica y boyante pero que tiene un gran peso de plomo que no les deja salir a flote, la poca dignidad moral de los que les gobiernan que son los que tiene en sus manos la solución de este enquistado problema que tiene a este continente en plena ebullición social y política con grupos paramilitares, guerrillas y carteles mafiosos.

Salvador Barnes
barnespress5@hotmail.com