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Arona 12 de Noviembre de 2007
La arrogancia de Marruecos, que no cesa
Volviendo otra vez al asunto marroquí, que sin exagerar parece que se
estirara como la goma, vemos la cantidad de adhesiones que la visita
del Rey de España han tenido en la Zarzuela.

Por la feliz idea de visitar Ceuta y Melilla, tan españolas como Madrid
o Sevilla, por parte de un variopinto ramillete de Asociaciones culturales,
profesionales, Ayuntamientos y un sinfín de telegramas aireando y
publicando en diferentes medios el interés que han tenido los Monarcas en visitar estas tierras, sabiendo como se "arañara el supuesto sobrino Mohamed VI", según versión directa de Su Majestad Juan Carlos I al decir que el padre de Mohamed VI era su hermano, pues deduzcan ustedes. Lo que si hemos visto y notado en falta ha sido un documento, declarando por todos los partidos españoles encabezándolo por el gobierno actual del PSOE, hasta el último partido político, un manifiesto en el que se deje ver y se pueda leer que España no aceptará la menor injerencia por parte de Marruecos sobre estas dos ciudades españolas, y menos que traten de meter sus babuchas en las cosas internas de este país.

Queremos ver todo el amplio espectro político español como los de Fuente ovejuna, todos a una, sin desmayos ni desmarques cobardes y fariseos que pueden conducir a una sinrazón de la política a seguir por esos partidos a la hora de estar todos de acuerdo sobre estas ingerencias del moro. Hay que seguir visitando estas ciudades por parte del Gobierno o de la Corona, me es igual, todo por cerrarle la espita a estos sátrapas explotadores del pueblo marroquí.

Una de las lecciones que en las universidades de Marruecos se deberían de inculcar a aquellos que todavía no conocen la democracia ni lo que es en la actualidad España, es que hoy por hoy no necesitamos para nada a Marruecos, no creemos que para el gobierno Alauita sea igual, solo por los cientos de millones de euros que salen de Madrid a Rabat. Estamos en la posesión de la razón y no aceptamos más ambigüedades, así que no creo que a ningún estamento político, militar o civil le tiemble el pulso en decir basta ya de comulgar con ruedas de molino, nadie quiere llegar a la razón de la fuerza, pero si hay que emplearla se emplea.

Salvador Barnes
barnespress5@hotmail.com