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Arona 12 de Julio de 2008
Una postura dura
es la que exigimos
Seguimos dándole entrada a todo lo que suena y sea
marroquí, sin pestañear ¿Qué tendrá el moro que tanto nos embelesa? Recogiendo datos y siguiendo por las hemerotecas buscando, más que todo por las comparaciones de lugares y hechos acaecidos.
Vemos con asombro que cada vez que Zapatero, nuestro Presidente del país calificado no se sabe por quién en la octava potencia económica del mundo, (y acabaremos si esto sigue así en comernos las mondas de las "papas"), visita tierra de nuestro vecino Mohamed VI, automáticamente viene una riada de cayucos de mucho empaque. Esto como es normal y lícito ya para todos se está convirtiendo en una verdadera vergüenza aparte de una masacre para esta gente que sólo busca un plato de comida.
Denos una alegría Sr. Presidente y negocie esto. La palabra “negocie” está mal dicha porque el ser humano no tiene que negociarse. ¡Imponga! ante la corona Alauita que estas atrocidades arbitrarias, que muchas de ellas son permitidas por el gobierno marroquí, dejen de operar y restrinjan con la total decisión de permitir que vengan esas pobres personas a nuestras costas.
Hace escasas horas que hemos tenido otra sorpresa de una arribada de cayuco a La Gomera, teniendo que lamentar desgracias personales que estos inmigrantes traían en su cayuco. ¿qué hay que hacer? no nos están sirviendo para nada su política, más bien para pasar la bola que para que se tenga la contundencia de que es eficaz.
Vamos a esperar qué dice el Sr. Moratinos, y usted mismo sobre este goteo de muerte que nos están imponiendo a todas las costas limítrofes con Marruecos, y en especial las costas Canarias, y rizando más el rizo a la Provincia de Tenerife, que ya no se sabe exactamente si esto es una Isla con un excelente nivel de turismo o es un campamento de refugiados en donde casi todos nuestros efectivos sanitarios y del orden público tienen que estar pendientes de esta catástrofe que se nos ha impuesto, no sabiendo exactamente de dónde saldrá tanta ineptitud y desgana en no querer hacer las cosas bien y con el aplomo que debe de tener el Gobierno de una Nación como España, muy lejos de querer situarla como una Nación "camellera".
Todo se apila, su negada crisis en todos los sentidos nos hace sentir a una gran colectividad de españoles como pedigüeños con tarjeta de crédito que no opera. Esperamos sepa dar el carpetazo a todo este goteo humano y haga ese esfuerzo que usted tanto dice que hace, esto posiblemente es una de las cosas más urgentes que merecen su atención.
Salvador Barnes
barnespress5@hotmail.com
