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Arona 25 de Abril de 2008
¿Impuesto revolucionario?
Sí, han leído bien, toda una vergüenza de esta mala
raza que en estos momentos maldisfrutamos el colectivo
de periodistas en este país y que aquí en Canarias y
localmente en este Sur soportamos. Algunos bergantes de los llamados (por ellos mismos) periodistas están dejando la profesión a los pies de los caballos. Se han copiado la costumbre barrio bajera y patibularia de algunos chacurras (perros en vasco) de la profesión en Canarias.

El de concertar una cita con el político de turno y apretarle las "meninges" diciéndoles que a cambio de una irrisoria cantidad de euros los tendrán en sus buenas oraciones, y todo lo que hayan hecho se le pasará página, y si en algo están en este momento su medio hará la vista gorda.

¿Estamos en el continente europeo, o no?, me recuerda esto a las mordidas políticas hechas en países latinoamericanos y africanos en donde parece que se consienten estos favores, pero aquí en Canarias, en este Sur, en donde políticamente las cosas rayan en más de lo mismo y llegan a rozar el aburrimiento, aparte de que siempre puede haber un roto para un descosido. ¿Que pueden sacarle al político de turno? el que haya salido del armario hace un momento estando casado, que tiene y mantiene dos "papitas" aparte de su familia. A esto es a lo que estos desechos del periodismo son a los que atacan, en vez de aprender de momento a no poner Ernesto con hache.

Se enfangan con tratar de extorsionar para así poder cumplir con los vicios que estos sujetos, presuntamente tienen, y que por lo que se ve no los pueden financiar.

Se conocen los nombres y medios en los que estos "zánganos" trabajan, aparte de tener sus conversaciones grabadas en los móviles por los mismos, extorsionados entre otras pruebas concluyentes, que serían de un gran agrado el difundirlas a la opinión pública, para que supieran a qué personas están dando la confianza de sus noticias.

Se nota que estamos en un momento delicado política y socialmente, y a eso estos trepas se aferran.

Esperemos que esto sea un aviso a navegantes y que se frene toda esta mele de improperios que algunos desechos de la profesión están atropellando al buen nombre del periodismo, y a la comunión que esta profesión tiene como notario de las noticias y comentarios que se difunden al pueblo soberano.

Salvador Barnes
barnespress5@hotmail.com