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Arona 11 de Octubre de 2007
Goya, en nuestro perfil político.
Parafraseando ese dicho tan castizo que dice “enemigo que huye, puente de plata”, habría que añadir que hay que reconocer que suma más proyección internacional al construirle un puente de plata a Rodrigo Rato, el único peso pesado de la cuerda aznarista, que en los próximos comicios le puede hacer sombra al Presidente Zapatero.
Le ha dado entrada en casi todas sus "comidillas" el Sr. Zapatero y así se ha ganado la confianza del respetable, magistral jugada política la del leonés. Fíjense si es buena que ya hay primeras figuras de la política internacional europea que le han copiado, y es que para improvisar y para mover bien la batidora política no hay pueblo más singular que el español. Schopenhauer mantenía que las diferentes formas de comportamiento y más en el ámbito religioso pasaban por entender que en el Sur se dan más los católicos y en el Norte se obtienen más la doctrina protestante. En la política creo que es igual, me vale ese referente. En España siempre desde que tenemos uso de razón hemos entendido que hay dos grandes masas políticas nacionales que siempre se están peleando con mucho ahínco, cuál es la razón de esta perenne rencilla, pues creemos que simplemente es porque a unos y a otros nos une una común y soberana mala leche. Compartimos los medios para desollarnos, antes eran los pulpitos, que unas veces servían para alabar y otras para condenar, igual que en la actualidad. Ya ven, tenemos a dos líderes políticos, con abismales diferencias, en lo político y en lo social. Uno se equivoca con demasiada frecuencia, y el otro no acierta nunca. A uno se le ocurren ideas maravillosas y al otro no se le ocurre nada. A todo esto alguien puede pensar que alguno no sea del terruño español, se equivoca, son muy de la piel de toro. Ahora están en greña de quién quiere más a España, a sus símbolos a su Monarquía, como si alguno de los dos fuera dueño de algunos de estos símbolos patrios. Así que la gente para mayor regocijo de las encuestas hechas para la intención de voto les vota casi de igual a igual para que se les desvanezcan los sesos, luchan por medio punto arriba o abajo en las encuestas. Razones estas que hacen pensar que seguimos comportándonos como la pintura negra de Goya de las dos Españas, con dos personajes sepultados hasta la cintura de barro y cada uno con un garrote para hacerle entrar las ideas y razones a garrotazos al contrario. Mientras lo veamos así y lo podamos explicar es que estamos en la buena onda civilizada que trae la democracia, mal sería no poderlo comentar ni escribir.
Salvador Barnes.
