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Arona 15 de Marzo de 2008
Un estilo propio
En diferentes mítines o reuniones políticas en donde han
intervenido diferentes oradores políticos en estas Islas,
siempre he tenido la impresión de que nunca nos dicen toda
la verdad, viviendo una sensación como de prestado. Esta sensación creo que viene precedida por haber estado casi siempre a remolque de los cuatro intermediarios en política que hemos tenido en la palestra, canarios agodados y godos colonialistas que en lo único que podíamos sacar en limpio es que estando a casi dos mil kilómetros de la Península sólo encontramos dos salidas, o te quedas y aceptas  todo lo que se ventila políticamente en el Archipiélago con toques colonialistas desde Madrid, o te mandas a "mudar".

Muchas de las editoriales del día están en perfecta armonía en la forma de pensar de muchos canarios. Canarias tiene que quitarse el corsé y las ataduras de los diferentes gobiernos españoles que hemos tenido desde la transición a la democracia. Canarias padece en una forma muy fuerte la lejanía y el menosprecio muchas veces de la Metrópoli.

Administrativamente no estamos a la par de las otras Islas por el arte de unos resentidos agodados, que han hecho y hacen que a Tenerife le quieran hacer comulgar con ruedas de molino. Tenemos varios problemas que perturban y que sin lugar a dudas perturbaran en un futuro inmediato, volvemos al conflicto de Las Palmas, la otra Provincia que nos parece otro país y no el canario.

El presidente Rivero dijo en su investidura que Canarias tiene que salirse ya de los vagones de cola del tren de España. Se ha empujado, pero más a la otra provincia, para Canarias la solución nacionalista se supone que es la mejor, venga de donde venga, los demás no nos han dejado nada, nos han vampirizado lo que han podido. Si se hubiera cuidado más a Tenerife y no haber sido tan alegre y condescendiente con Gran Canaria más arraigado estaría en grupo de Coalición Canaria en todo el Archipiélago.

Habrá que estudiar los nuevos tiempos que se avecinan y el cambio de actitud de la clase política, o vamos a entrar en un federalismo al cual nadie, o casi nadie, tiene ni remota idea de ese planteamiento de gobierno. Quizás es que simplemente haya que exigir un Estatuto y derechos, pero firmes, que permitan que se tenga sin maquillajes la idiosincrasia canaria, vivir sin sobresaltos políticos, esquivando trampas y aceptando mentiras piadosas de aquellos que sólo ven en nosotros la divisa del turismo, acabando así como hasta ahora han pretendido que estemos dentro de ese gran paraguas el cual le denominamos con la palabra Autonomía.

Salvador Barnes
barnespress5@hotmail.com