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Arona 9 de Octubre de 2007
Una opinión de peso

El tema que comentamos creemos que no tiene desperdicio. A él abogamos porque es motivo de que el personaje que hizo los comentarios y donde los hizo, caló en las personas más que autorizadas para hablar de turismo y tratar de reconducirla
Se otorgaron los Premios de Turismo 2007 que concedía el Cabildo de esta Isla. Santiago Puig Sarratusell, fue galardonado con este premio, y no desaprovechó la ocasión para dar una pequeña lección de esa asignatura que estamos suspendiendo desde hace tiempo, el turismo.
Lo que parece es que en esta ocasión quien lo dijo, hombre muy vinculado al Sur, promotor importantísimo para la zona, y por qué no decirlo, para toda la Isla, ha caído en algunos mentideros como de alarmista. Pues no señores, no. Aquí en el Sur de Tenerife hace mucho tiempo que se están denunciando por activo y por pasivo mil y un atropello al impacto medioambiental, promotores trepas que han hecho de nuestros cerros y montes verdaderos palomares, la vergüenza aceptada por nuestros Ayuntamientos por la electrificación con las torretas que nos han impuesto y que les importa un rábano el Sur. El abuso de las "factorías de pescado" llenando las playas de basura de las  "piscifactorías" que existen en el litoral al lado de las playas. Puig habló de lo que hace 25 años ya se comentaba de lo que tenía que instalarse en nuestra Isla, la amabilidad al cliente, no el servilismo, el saber ordenar el territorio que tenemos, el controlar a las construcciones que denigran el paisaje, la seguridad, la limpieza y el mimar las zonas verdes de nuestro entorno.
Todo esto hace mucho tiempo que se ha dicho en diferentes medios y nunca hemos pasado de ser una simple rabieta de cualquier "plumífero". Pero ya ven, ha tenido que ser alguien que de verdad pese económicamente y socialmente para decir que todas estas anomalías son parte muy importante del por qué de estos desbarajustes en la caída del turismo. Lo que ha dicho esperamos que no quede en aguas de borrajas y tengan los políticos la valentía suficiente para afrontar cada una las responsabilidades que conlleve este asunto. No hemos sabido atraer el turismo caro, que el poco que ha venido se ha ido descontento y quemado. Pero es que ahora también se van muy molestos, y qué nos han dejando también los baratos, estos ya especulan en no volver y probar los países emergentes. A ver de qué va ese guiso…
Con más toques como estos al turismo que enumeró el Sr. Puig, creemos que la cosa podrá coger de nuevo vuelo, siempre que los mismos no se hagan ni los sordos ni los ciegos, que de todo tenemos en el sector turístico, que de "haberlos, hailos".

Salvador Barnes.