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Adeje 7 de Febrero de 2008
Con mucha tristeza, un ejemplo
a no seguir
Con verdadero abatimiento estoy siguiendo los acontecimientos
parlamentarios de mi país natal. Los cambios de mayoría y de
gobierno no son para enseñar al mundo lo que he visto en el aula parlamentaria italiana, donde algunos diputados, acosándose unos a otros, destapaban botellas de champán para festejar la caída de un gobierno.

No comprendo lo que hay que festejar en una incapacidad a gobernar una nación. Es sólo una prueba más que estos señores no merecen estar allí porque si no es posible gobernar, la responsabilidad es de imputar a la mayoría pero también a la minoría.

Existen momentos en la vida política, momentos de crisis de las instituciones democráticas en que hay que dejar de lado las diferencias entre partidos y mirar al bien de la nación, de los ciudadanos.

Aquí – las botellas de champán  lo demuestran - lo único que importa es lograr  conseguimiento de un sillón más alto del que se tiene para poder desarrollar intereses privados, a costa de los italianos. Que sean de uno u otro bando, los italianos en mayoría, creo que prefieran que algo funcione, aunque sea de mínima entidad     

En este momento económicamente grave para todos los italianos no sería al momento de romper. Considerando que  esta situación la ha creado una ley electoral que no da posibilidad de crear una mayoría bastante fuerte como para poder gobernar, sería extremadamente dañoso ir a elecciones y con la misma ley. No se va a solucionar nada. Solo a repetir una innecesaria confrontación, gane lo que gane, porque una elección en este momento no llevaría ningún cambio.   

A unas inútiles elecciones, miran aquellos, como Berlusconi y compañía, que siguen viendo la política como un cómodo vehiculo   para sus propios intereses y nada más.

A mi tierra natal el augurio más sentido y sincero que pueda seguir sobre la base de la democracia entren todos hemos conseguidos y de un sereno  sentido común  que es un ejemplo a no seguir.

Benito Capone