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Arona 25 de Enero de 2008
Carta abierta para el señor
alcalde de Arona
Quien le escribe no es un vecino de su municipio. Quien le
escribe vive en la colindante Adeje. No se maraville, señor alcalde,
si alguien del vecino municipio, se dirige a usted que su alcalde
no es, pero como dice el refrán: necesidades hacen virtudes.

Estoy en lo cierto si afirmo que es mucho más posible ser escuchado por usted que por el alcalde de mi pueblo sobre este tema porque, como todo el mundo sabe de sobra, el alcalde adejero, ya ha tomado una decisión firme, sobre la instalación de las turbinas en El Vallito. Por cierto, se afirma, una decisión muy ponderada.

Por mi cuenta con el tema del Vallito, fue una ponderación que sabe más  a canallada, a socarronería, que a seriedad pasándose, al final, al engaño, aprovechando del “alto índice de analfabetismo político” de mis vecinos (Doria docet) .

El alcalde de mi pueblo, con el “altruismo” que lo distingue,  ha elegido, dañar más a los  aroneros, que al frustrado intento de no ir en contra de mis conciudadanos.
La señalada ponderación no ha llegado a  fijarse que, al final, el daño no irá solamente en la dirección pensada, sino bien será a daño de todos, inclusive de mis vecinos que se querían salvar.
Usted, señor alcalde, que ya se ha enfrentado al asunto, sabrá que las emisiones dañinas que supondrá la puesta en marcha de la o las turbinas, deteriorará aun más el medioambiente atmosférico indivisible porque no puede elegir a uno o a otro  lado de un barranco. 
Y estará ciertamente al tanto, y esto es el talante más desvergonzado, que las emisiones que se quería desviar afectarán a todos los enfermos que mañana necesitaran los servicios del  que debería ser – y no será – un verdadero hospital para el sur. Y en estos “todos” se deben incluir mis vecinos que, excluyendo el señor Fraga y algún elegido más, deberán  respirar el limpio, salubre aire del Vallito una vez ingresados en el Mojón.

Esta ponderación no ha tenido en cuenta el daño que, irónicamente, supondrá para los que viven alrededor de las turbinas, entre ellos, por ejemplo,  el Concejal de Turismo de Adeje que, si no recuerdo mal tiene su villa en aquel lugar

Porque, señor Alcalde de Arona, se ha ponderado mal. Hay fenómenos naturales que no se han valorado como es  el cambio de la temperatura del monte y del mar. Por la noche las temperaturas hacen cambiar de dirección a las corrientes del aire, tanto que si en el día tiraban para el monte,  por la noche tiraran al revés: desde el monte hacia la mar.
He dicho antes que usted, señor Alcalde, ya se ha enfrentado  a este asunto, aconsejado – si mal no recuerdo – por los vecinos que contrariamente a los míos, se habían enterado de las consecuencias peligrosas de esta instalación.
No estando nosotros adejeros amparados y respaldados como los vecinos de Arona, permita que, con algunos más, me dirija a usted para pedirle que no deje de luchar, de intervenir con todos los medios que nosotros no tenemos, en contra de esta instalación, de este abuso de autoridad.
No será solamente para los vecinos colindantes de Arona. Ni para los pocos adejeros que se han enterado de las nefastas consecuencias. Será, señor Alcalde de Arona, para todas aquellas gentes, de todas las localidades del sur que necesitarán, mañana, de las atenciones de este centro sanitario. Gente que si hubieran sido democráticamente informadas e interpelada, habrían denegado cualquier autorización en nombre de la sanidad de todos, en contra de cualquier ignorante presumida  caciquearía 

Le pido venia por la molestia y le agradezco la atención que me / nos dedicará anticipándole un sentido gracias por lo que obrará a favor de todos. 

Benito Capone – vecino de ADEJE