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Arona 23 de Febrero de 2008
Bahía de Los Cristianos:
¿Fondeo o playa?
Se respira desde hace algún tiempo
cierta crispación en Los Cristianos
entre los barqueros de toda la vida
que siempre han fondeado sus
embarcaciones en la bahía y ahora se les exige, por parte del Consistorio
aronero, que quiten sus embarcaciones ya que culpan a éstas de ser causantes de la contaminación de la playa. La propuesta municipal es que una vez quitadas las barcas de la rada, el uso de la playa será más higiénico para el uso de bañistas ergo turistas.

Esto es un pleito que se ha mantenido por décadas y donde no solo tienen cabida las decisiones del Ayuntamiento, también las de la Autoridad Portuaria y en algunas ocasiones hasta Demarcación de Costas, al responder a intereses enfrentados al pueblo de Los Cristianos y de su gente: los playeros (gentilicio como son conocidos).  

A estas disposiciones de desalojo se oponen los dueños de las embarcaciones  (los cuales ya están en proceso de crear su propia asociación) que tildan de poca sensibilidad y de olvido histórico a la postura municipal y que ésta tiene algo de demagógica ya que aunque reconocen que la bahía tiene que ser regulada no se puede ser inflexible y no ver que la tradición les ha venido acompañando desde hace décadas, antes incluso de existir el puerto ya existían esas embarcaciones que eran propias de un pueblo marinero que vivía de cara al mar y en su mayoría muchos de los afectados son descendientes de aquellos pescadores que siempre han tenido al mar como referente en su vida.  

Los actuales propietarios de esas embarcaciones creen que la Administración local debe regular el fondeadero, verificar que las barcas tengan la documentación en regla, que tengan controles técnicos y de salubridad, acotar una zona para embarcaciones de “séptima” (son aquellas destinadas a ocio personal), sacar aquellas otras embarcaciones semi-abandonadas o clandestinas fuera de la bahía, echar hacía afuera la primera línea de fondeo para que no moleste a la zona de baño,  pagar un canon por fondeo o atraque  y otras actuaciones que permitan seguir la tradición noble y marinera de la bahía que pueda seguir siendo un atractivo turístico para la diversificación del ocio y negocio de la gente y establecimientos de la línea de playa. Pero no están de acuerdo con que se haga “tabla rasa” con estas disposiciones arbitrarías o en todo caso niegan que esas embarcaciones familiares sean las culpables de la contaminación playera, más bien creen que el descontrol de los vertidos del alcantarillado urbano y la falta de rigor en el uso de los emisarios submarinos pueden ser los culpables de la contaminación que regularmente aborda la playa. 

En resumen, los dueños de las embarcaciones creen que el fondeadero y la playa pueden coexistir, es más, entienden que ambos son parte del mismo paisaje en la centenaria historia de la ensenada de Los Cristianos.

Antonio Núñez-López
a.nunez.lopez@gmail.com