Google
email me
Envía tu comentario
Arona 12 de Junio de 2008
El fútbol
Ya estamos de lleno metidos en la Eurocopa 2008 que en esta ocasión tiene como países anfitriones a Suiza y Austria. Se podría decir que es un campeonato balompédico time-sharing.
Las selecciones europeas que han llegado hasta junio de este año lo han hecho con más o menos fortuna. Otras infortunadas se han quedado en el camino, ahora se me ocurre la notoria ausencia de Inglaterra. Desde que empiece a rodar el balón todas tendrán, sobre el campo, las mismas oportunidades para llevarse el máximo galardón europeo. Todas, excepto los dos colores que jueguen la final, habrán dado lo mejor que podían y se marcharán con una sensación de fracaso. La subcampeona con un sabor agridulce parecido a la salsa asiática y la ganadora absoluta habrá inscrito su nombre en la Historia del mundo, y no me sobra entusiasmo para manifestarlo.

Llevan dos años disputando partidos oficiales para jugarse el prurito de estar en el campeonato y otros tantos partidos amistosos para calentar y preparar estrategias, y a los futbolistas más adecuados. Que como ya sabemos no contentarán a todos… a no ser que la vitola de campeón le acompañen a la vuelta a su país de origen.

En los inicios todos estamos contentos, sobre todo a los que el fútbol a lo grande nos entusiasma. Que nuestro equipo perdió (Italia): quedan más partidos y van a demostrar de lo que son capaces. Que nuestro equipo empató (Francia): los nervios del primer partido, el rival correoso pero han aprendido la lección… ¡y a partir de ahora verán¡

Y si nuestro equipo ganó y además con contundencia (España): entonces el cielo se abre ante nosotros y la dicha nos lleva a abrazarnos con desconocidos sudorosos con aliento a cerveza y nicotina ¡Pero que tío más guay! ¡Camarero, póngale a mi amigo un chismito!

Eso sí cuando vuelves para tu casa con 30 euros menos, la camisa y el pantalón manchados de cerveza, vino, ron y otros líquidos apestosillos; la camiseta de la selección además tiene una quemadura en la espalda a la altura del hombro, ¡encima es la oficial que vale una pasta gansa!... un impresentable pedete a las 7 de la tarde, y tu señora compañera esposa y madre de tus hijos e hijas te dice: ¡Va, ni la que has montado!... y al final para nada porque ya verás que no pasamos de cuartos. Entonces le contestas: Al cuarto no pases tú hasta que se me pase la cogorcera, bonita… y sabes que te digo: ¡Qué me quiten lo bailao!

Antonio Núñez-López
playadeloscristianos@gmail.com