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Adeje 27 de Noviembre de 2007
El peligro de expresar tus ideas
Leo con estupor y perplejidad, quedando atónito, incrédulo y, preocupado, el comunicado del despido de un trabajador por tener la osadía de escribir unos artículos, sin rendir previa pleitesía.
No. No estoy relatando un hecho del siglo XV, estoy hablando de haber postrado y, con él a su familia, a las más duras prueba de supervivencia a José Manuel Castellanos, periodista, escritor y, hasta hace poco tiempo técnico del organismo autónomo de Museos de Tenerife, que después de un periplo de acusaciones, expedientes laborales y, no haber sido atendida su queja por el defensor del pueblo, se ha consumado la pérdida de su puesto de trabajo.

Estos artículos que tanto han inquietado a los poderes establecidos y nunca llevados a los tribunales por, supuestamente, haber atentado contra nadie ni contra nada, fueron recogidos en el libro “El paraíso según Adán” y en él ya se lee críticas a la pérdida de la libertad de expresión, como en su artículo “Tenerife, Isla silenciada”, que finaliza con el párrafo: “La situación caótica de un “estado de sitio informativo”, la “dictadura de los corruptos” y “el modelo de complicidad política y especulativa” que sufre Tenerife y Canarias puede se la esperanza para que estas nuevas voces limpias penetren en esa atmósfera degradada y contaminada. Esa es nuestra revolución necesaria, nuestra aportación al sistema democrático. Una revolución pacífica y comprometida con una apuesta al progreso en beneficio de todos. No podemos permitir que el olvido se interponga de nuevo ante nuestro futuro: sería nuestro mayor error. Ahora tenemos ante nosotros una nueva oportunidad y debemos aprovecharla.”

En un apoyo a Ramón Pérez Almodóvar, que también sufrió un caso similar, por hacer su trabajo expresando sus ideas, Castellanos escribió el artículo titulado “Ley del silencio versus libertad de expresión”, comenzando: “AQUÍ NUNCA pasa nada y cuando pasa, tampoco pasa nada. ¡Qué gran suerte tienen muchos golfos de vivir en Canarias!”. En él habla del silenció cómplice de la prensa al no hacer mención alguna al hecho de haber sido despedido un trabajador de un medio de comunicación, por no doblegarse a los intereses del sistema. Ni siquiera se hacen eco que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias haya ratificado la sentencia del juzgado de los Social número 4 de Santa Cruz de Tenerife en 2004, en la que condenaba a la Agencia Canaria de noticias por vulnerar el derecho a la libertad de expresión de su ex redactor jefe.

Ahora a finales del año 2007, sólo te puedes enterar de la situación a la que han condenado a José Manuel Castellanos, por algún foro de Internet de libre pensamiento, al igual que hace tres años cuando despidieron al redactor jefe de la Agencia Canarias de noticias, y es que algo peligroso esta ocurriendo en esta isla con el derecho a la libertad de expresión, algo de que todos tenemos la obligación de denunciar, porque sin el derecho a expresar nuestras ideas, nuestras denuncias, nuestras inquietudes y, nuestras opiniones, no saldremos de la imposición del pensamiento único, no tendremos nunca un estado de derecho y, mucho menos podremos afirmar que vivimos en un estado democrático.

Toño Linares