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Arona 20 de Noviembre de 2007
Ni tan siquiera
un chiringuito
Es difícil valorar si es la mayor tomadura de
pelo, pero cerca esta de serlo, me refiero al
empecinamiento de denominar hospital del
sur a ese esperpento de proyecto que tienen
diseñado para la población sureña.

Hace siete años nuestros irresponsables e
incompetentes políticos enmierdaron una iniciativa popular que sólo pretendía dignificar la vida de los residentes de la isla, proponiendo una ley que llevase a cabo la construcción de un hospital público en el sur de Tenerife,  sustituyendo tal idea por la construcción de un centro sociosanitario, que ha tenido la contestación crítica y rechazable de la ciudadanía, y en vez de rectificar optan por no escatimar esfuerzos en mal llamarlo hospital del sur.

Tal es la desvergüenza de estos impresentables que, incluso han colocado señales viarias indicando y denominando a ese chiringuito, hospital, cuando lo único que existe son movimientos de tierra, una estructura a medio terminar y, un proyecto deficitario que esta muy lejos de cubrir las necesidades reales de la población.

Como no hay dos sin tres y, después de retrasos en el comienzo de las obras, por defectos en el proyecto y encontrar ceniza volcánica en el suelo, no lo pueden inaugurar en el 2008, alegando que se está implantando más servicios sanitarios, demostrando el sistema de parches, consecuencia de la carencia de planificación sanitaria, porque el peso de la sanidad privada es una loza muy grande, e impide prestar un servicios público, digno y de calidad a los ciudadanos.

Nos informan, mejor dicho, nos intentan engañar mintiéndonos, que las obras van a buen ritmo y que ya se ha ejecutado el 90% de las mismas, pero haciendo una visita a la obra se observa que la ejecución no supera el 40%, y es que las matemáticas no fallan, pues si desde el 2006 al 2007 se hubiese completado el 90%, el 10% restante sería factible que se hiciese entre el 2007 y 2008. ¿Entonces qué ocurre?

Son muchas las voces que hablan que se ha restringido el contrato con la empresa constructora y, algo de verdad debe haber, porque cuando una constructora no cumple con los plazos de finalización de obra es sancionada y, de esto no dicen nada. Se comenta que las cantidades destinadas a esta obra han sido de miseria y que se tiene que posponer otro año, para ver si se pesca algo para los siguientes presupuestos, lo que confirmaría aquella denuncia pública de la ciudadanía, que criticaba la falta de dotación presupuestaria destinada a este proyecto.

Una obra de similar envergadura precisa más de cien obreros para llevarla a cabo y en esta no se aprecia mas de una docena, ni tampoco maquinaria que invite a pensar que realmente se este trabajando, sino que se esta haciendo labores de limpieza y mantenimiento, reforzando y dando credibilidad a las conversaciones de los mentideros políticos de que se ha restringido el contrato con la empresa adjudicataria.

Y esta situación cuenta con el silencio cómplice de los alcaldes del sur y oposiciones municipales, porque la sanidad pública no le interesa a nadie. Lo único que les interesan son carreteras, puertos, aeropuertos..., todo lo contrario al deseo de la población, sin ruborizarse en afirmar que son los representantes del pueblo.

La ciudadanía tiene que ponerse las pilas y echar de las instituciones públicas a tantos incompetentes, tiene que plantarle cara a tantas injusticias y, tiene que exigir que se marquen prioridades sociales ante tanto disparate, de lo contrario, el sur de Tenerife no tendrá ni siquiera un chiringuito.

Toño Linares
Presidente de Tagoror Achinech