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Tenerife 24 de Septiembre de 2009
“ Los parlamentarios aplaudieron el sainete de la sobrina de Paulino”
Aquellos que tenemos experiencia penitenciaria, no como interno sino como órgano judicial rector, era muy común, que te dijeran soy blanco, no tengo antecedentes, porque nunca he cometido lo que me achacan y jamás fue mi intención cometer delito.
Hecho, que en el momento procesal de la última palabra, siempre dice el acusado “Sr. Juez soy inocente”.
Si eso fuera cierto, y hubiera que creer la palabra del todavía presunto imputado, y se le condenará, pese a ello, estarían los establecimientos penitenciarios llenos de inocentes condenados injustamente, cuando realmente no es así porque las pruebas son objetivas y se valoran éstas, e incluso en derecho procesal penal español se puede condenar por la simple convicción que el Juez obtenga de las pruebas, (art. 741 de la L. E. Crim.).
Esto que me era habitual y que apliqué en muchas ocasiones en los Tribunales, pude observar que no era compartido por los parlamentarios canarios, que estaban presentes en la sesión de control de D. Paulino Rivero, y además que en esta época parlamentaria la oposición exonera de responsabilidad y de cualquier consecuencia política al autor del presunto hecho delictivo, independientemente que sea autor, inductor o cooperador necesario del delito de tráfico de influencias. Y más cuando la propia oposición califica el hecho de error, e incluso le solicita la constricción pública, asómate al pueblo y pide clemencia que yo te otorgo el perdón, dijo, el Portavoz del PSOE canario, quizás el del sector próximo a Coalición Canaria, aunque con ello expulse por la ventana parlamentaria el tráfico de influencia que tan sonoramente entró por la puerta a través del Código Penal de la Democracia.
Nosotros, Centro Independiente de Canarias (CiCan), no quiere entender que la no acritud del control parlamentario, en orden a la solicitud de consecuencias políticas, a la actuación del Presidente D. Paulino, no sea consecuencia directa de la aseveración que aquél espetó en la sesión, y que consta en el Diario de Sesiones al decir, “yo reto a cualquier cargo publico de ese banco, que demuestre que no han actuado como yo lo hecho”, y argumentó sus trienios en la actividad pública, quizás con ello, sólo venia a confirmar el viejo refrán español “Quién esté limpio de pecado que tire la primera piedra”.
Triste trato dice CiCan, para la democracia y para nuestra autonomía por parte de un Presidente de Gobierno, pues no basta comenzar como en las tomas de posesión con el Juramente por el Honor, ya que en la época clásica, también Arriano juró, y miren la historia para que vean lo que aconteció.
Juan Fernández del Torco Alonso.
Presidente del Centro Independiente de Canarias (CiCan)
